¿Enamorarte de tu mejor amigo? No lo recomiendo [Gadri]

011

"Me gustas" Esas simples palabras movieron el mundo de Pedro en menos de 10 segundos, no podía mantener su mirada hacia el frente donde Pablo le hablaba y luego le vio salir, solamente recibió el beso

Miraba con vacío a la calle, sabía de los sentimientos de Pablo, no era tan ciego para no notarlo pero solamente me impresionó que me lo dijiese de manera tan espontánea, sabíamos que había algo pero no le dije el que podía ser simplemente atracción o tensión sexual.

El canario cerró la puerta casi de un portazo, no sabía que decir o que hacer.

Las palabras de Pablo resonaban en la mente de Pedri, retumbando como un eco constante que se negaba a desvanecerse. "Me gustas". Tres simples palabras que desencadenaron una cascada de pensamientos y emociones dentro de él.

Por un lado, estaba abrumado por la sinceridad y la valentía de Pablo al expresar sus sentimientos de esa manera directa y sin rodeos. Había una parte de Pedri que había deseado escuchar esas palabras durante mucho tiempo, una parte que anhelaba la conexión y la intimidad que sugerían. Sin embargo, también había miedo. Miedo a lo desconocido, miedo a abrirse y arriesgarse a ser vulnerable.

Pedri se dejó caer en el sofá, sintiendo el peso de la situación sobre sus hombros. ¿Qué significaba esto para su amistad con Pablo? ¿Y qué significaba para él mismo? Se había acostumbrado a mantener sus sentimientos bajo llave, a guardar sus emociones detrás de una fachada de seriedad y control. Pero ahora, con las palabras de Pablo resonando en su cabeza, se sentía desarmado, expuesto.

Incapaz de procesar completamente lo que acababa de suceder, Pedri dejó que sus pensamientos se desviaran hacia el pasado. Recordaba cada uno de los momentos compartidos con Pablo, las risas compartidas, los gestos de cariño que habían intercambiado sin palabras, sabía que ellos muchas veces ni siquiera necesitaban de palabras. Había una conexión entre ellos, una complicidad que trascendía la amistad convencional. Pero ahora, con las palabras de Pablo colgando en el aire, esa conexión se sentía más tangible, más real, pero eso no quitaba que todo se tambaleara debajo de el, era algo que no tenía en su control y le asustaba por que en ningún momento su intención fue que Pablo se enamorara de él.

Sin embargo, también estaba el miedo al rechazo. ¿Y si Pablo se arrepentía de haberle dicho cómo se sentía? ¿Y si esto arruinaba su amistad para siempre? no estaba seguro de si podría soportar perder a Pablo, incluso como amigo. Pero al mismo tiempo, sabía que no podía ignorar sus propios sentimientos, que había algo más entre ellos que simplemente amistad.

Mientras la tarde se desvanecía lentamente en la noche, Pedri se encontró atrapado en una tormenta de emociones contradictorias. Sabía que tenía que enfrentar la verdad, que no podía seguir evadiendo sus sentimientos por más tiempo. Pero no estaba seguro de si estaba listo para dar el siguiente paso, para abrir su corazón a la posibilidad de algo más con Pablo. Todo era tan raro, lo quería, eso lo sabía por que cada vez que veía su sonrisa su corazón palpitaba tanto que sentía que el corazón se le saldría.

Con un suspiro resignado, Pedri decidió que necesitaba tiempo para reflexionar, para ordenar sus pensamientos antes de enfrentarse a Pablo nuevamente. Por ahora, solo podía esperar y contemplar el giro inesperado que había tomado su relación con su amigo.

☼ ➹ ⊰⚽️ ⊱ ➷ ☽

Fernando entró en casa después de un largo día de trabajo, dejando su mochila en la entrada y suspirando aliviado al estar finalmente en casa. Sin embargo, en lugar de ser recibido por el bullicio habitual de la casa, se encontró con un silencio inusual que lo hizo fruncir el ceño.

Siguiendo el sonido de sus pasos, Fernando encontró a su hermano Pedro sentado en el sofá, con la mirada perdida en algún punto del horizonte invisible. La expresión sombría en el rostro de Pedri le hizo saber de inmediato que algo no estaba bien.