𝐂𝐎𝐍𝐄𝐉𝐈𝐓𝐎 ━━━ 𝗞𝗢𝗢𝗞𝗠𝗜𝗡

09

Jimin caminaba, casi corriendo atrás de él tierno alfa que caminaba a pasos rápidos y firmes con el ceño y labios fruncidos y muy ruborizado, y no era precisamente rubor de ese lleno de mariposas en el estómago,este era de mucho enojo y vergüenza.

- Conejito...

- ...

- Kookie...

- ...

- Kook...

- ...

- ¡Jungkookie!

- ...

- Maldito Jackson... Escúchame conejito, yo no quise ser así de grosero...- trató de explicar mientras seguía caminando, pero aún así el alfa no lo escucho y siguió caminando.

- Conejito, ya por favor sabes que no lo dije en serio.- una vez más fue ignorado.

Mientras el alfa caminaba con el omega león persiguiendolo por detrás diciendo muchísimas disculpas, saco su móvil y se puso sus audífonos para escuchar música, pero ese omega se puso en frente de él y se los quito de los oídos.

- Jungkookie, no seas grosero... No. Me. Ignores.- se cruzó de brazos y miró neutro al alfa frente a él.

Jungkook solo suspiró.- Minnie... Tú dijiste; ¡Jungkook haz silencio!... Y yo solo obedezco, así que no estoy siendo grosero, solo obedezco.- explicó mientras miraba al omega tratar de decir algo.- Ahora si me disculpas leonsito, me retiraré en silencio.

Siguió caminando hasta llegar ala cafetería y comía su ensalada mientras leía un libro y escuchaba los intentos del omega por llamar su atención.

Jimin maldecía una y mil veces, odiaba a Jackson definitivamente tenía ganas de darle un puñetazo en estos momentos, por su culpa le gritó a su frágil cristalito de alfa, y ahora porque según el recibió una buena educación solo obedeció y no le quiere dirigir la palabra a él.

[🍂]

Jimin discutía con Jackson, el estúpido se le acercó para hablarle de él trabajo que la vieja amargada de la profesora les dejo, y para él no era problema haría el trabajo él solo con tal de no estar junto a ese alfa idiota que no entiende que lo detesta.

Luego de unos minutos escuchando la cantaleta que Jackson tenía que decir Jimin ya estaba que lo llevaba el diablo, ardía en furia más cuando de su tonta bocota salió el nombre de su Jungkook.

En ese momento llegó el alfa dando saltitos de emoción, quien sabe porque. agarro el brazo de Jimin y lo empezó a sarandear tanto que Jimin ya ni siquiera podía hablar, otra de estas razones esque el alfa no paraba de decir cosas muy rápidas que no podía entender, y el idiota de Jackson dijo que iría a su casa, como se atrevia a querer ir a su casa, con lo obsesionada que estaba su madre; la señora Park, con que ese imbecil fuera su alfa.

En fin.

Jungkook no paraba y Jackson se alejaba, entonces optó por la salida más rápida, pero definitivamente en su cabeza se miró mejor.

— ¡Jungkook haz silencio!

Con lo que no contó es que gritaria y con que el alfa retrocedería dos pasos se pusiera la mano en la boca y caminaría, ignorando por completo su persona.

[🍂]

Luego de literalmente toda la tarde de clases pasar tratando de que el hermoso conejito le digera una palabra por lo menos, y fallara.

Empezó a seguir a su conejito, importando le una mierda si Jackson iría de lamviscón con su madre y a decirle una mierda de cosas sobre el... Ahora y siempre importaría más su alfa.

— Conejito, por favor perdóname... ¿Qué quieres para perdonarme?

— ...

Y cómo no en vano era el sucesor de su padre... Se le ocurrió hacer que su conejito lo perdone en 3...2...1...

— Conejito, ¿ya no me amas?— hizo el puchero más tierno que pudo haber hecho en toda su vida y agarro al alfa de la manga de su chaqueta como si de un niño se tratase.

El alfa lo volteó a ver e inmediatamente se le olvidó su indignación y digamos que sus celos de ver al omega con ese alfa, lo abrazo y le dió un beso en los labios; lento y con amor de esos que solo ellos sabían darse.

— Ya sé qué quiero.

— ¿Qué quieres alfa...?— logró hablar el omega. Todavía no se acostumbra a los besos sorpresa de su alfa, literalmente lo besaba cada que quería;en clase, la cafetería, en sus entrenamientos e incluso en la calle cuando van caminando hacia la casa del alfa.

Jungkook sonrió en grande, le encantaba cuando el omega león lo llamaba así, y más después de un muy merecido beso en los hermosos y delicados labios que solo ese omega enojon y malhumorado con todo el mundo menos con él poseía.

— Que te quedes en casa hoy, omega hoy llegan mis madres, y quiero presentarte como mi omega, solo mio, ante ellas... ¿Puedes siii?

¡Esperen!... Conocer a la familia de su alfa? Pero y, ¿sí no les agrada? ¿Y si no lo aceptaban? ¿Y si pensaban que él era malo y ya no dejaban a su conejito verlo nunca más?... Ah, no eso sí que no. ¡Su conejito era suyo! De él! ¡Nada más de Jimin! Él era el frágil cristalito al que Jimin tenía que cuidar, solo él...

— Está bien, conejito Jungkookie, iré pero primero necesito ropa, compremos algo, no quiero ir a casa.

— Está bien leonsito.— y otro corto beso fue depositado en sus suaves belfos.

Entraron a una tienda de ropa Gucci y Jimin se probó un atuendo sencillo algo relajado no quería que sus suegras pensaran que el era de esos riquillos engreídos.

En el camino iban tomados de las manos mientras se daban uno que otro beso corto, o se abrazaban...
Jimin estaba un poco nervioso no sabía como comportarse con las madres de Jungkook en el lugar y no es que le des agrade al contrario quería conocerlas lo que pasa es que es su primera vez en esto.

Iba tan concentrado en sus propios pensamientos que no se dio cuanta cuando los finos labios de su alfa se estamparon suavemente contra los suyos haciendolo salir de transe y sonreírle a su alfa

— Leonsito, amor, ¿porqué yo no sé dónde vives? Entiendo que es tu privacidad, pero algún día también quiero ir a dejarte yo a la puerta de tu casa...

— Oh, conejito...— no sabía que decir.

— ¡¿Sabes?! No te preocupes por eso por favor, sé que tienes tus motivos, los respeto... — exclamó el alfa luego de ver el nerviosismo de el omega. La verdad si entendía a Jimin todos tienen motivos para todo, pero aveces solo creía que le avergonzaba que su alfa fuera un débil... Pero no decía nada, porque no queria meter su nariz en donde no lo llaman.

— Conejito, prometo que pronto te llevaré a casa y te presentare a toda mi familia.— Jimin besó la mejilla de Jungkook haciendo un sonido al acabar el beso. Y sin darse cuenta ya estaban en casa de Jungkook.

— Kookie, ¿es buena idea?— inquirió nervioso.

— ¡Claro! Entremos.

Al entrar dos señoras muy bonitas y no tan mayores los recibieron, lo único que una parecía más seria que la otra.

— ¡Kookito! Te extrañé tanto mi bebito.— Jennie saltó a abrazar a su hijo y beso sus mejillas y Jungkook siguió el abrazo.

— Y, ¿él quién es...? Ah.— tapó su boca con sus manos.— Hijito no me digas que...

— Sí mamá Jennie, él es Jimin mi omega.— abrazó a Jimin pasando su brazo por su cintura.

— ¡¿QUÉ?!—la otra alfa parece muy poco contenta.

CONEJITO.