¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
A través de la ventana, se apreciaba la pomposa forma grisácea de las nubes en el cielo, bloqueando la mayor parte de los rayos de sol. Muchos parecían disfrutar del clima previo a las próximas tormentas de nieve que llegarían a la ciudad, otros por su parte, odiaban la sensación de tener los dedos congelados al punto de que nada parece calentarlos.
Tú estabas así en este momento.
Mirabas por la ventana, manteniendo tus brazos cruzados en un vago intento de mantener cálidas tus manos. Tus ojos parecieron vagar durante algunos minutos que para ti parecieron apenas un par de segundos, ya que aquella temporada de clima te hacía recordar algunas cosas del pasado. Escuchabas, muy ajena, las voces y risas que habían dentro del aula de la clase A, tus alumnos últimamente parecían comportarse con mayor tranquilidad y libertad, ya que era su último día de clases. Todos estaban ansiosos por el inicio de vacaciones.
Decidiste dejar de ver el cristal de la ventana para dirigir tu vista al reloj de la pared, notando que faltaba poco más de media hora para que las clases llegarán a su fin. Frunciste un poco tus labios, pensativa sobre lo que harías a continuación con tus alumnos. Con ayuda de tu don, te sentaste con las piernas cruzadas en medio del aire -levitando-, elevandote a la altura exacta donde pudieras verte correctamente frente a los muchachos. Cuando haces esto, algunos de tus alumnos suelen asociarte con glossaryck, sacándote una risa por la comparación.
-Pongan atención... -al instante llamaste la atención de todos, quedando en silencio para que siguieras hablando -. Aún no es la hora de su salida, pero ya que es el último día... -dijiste mientras elevabas tu cabello en una coleta sostenida con una pinza.
Todos los jóvenes te miraron entusiasmados al comprender hacia donde iba lo que decías, sin embargo, todavía se quedaron en silencio esperando a que esas palabras salieran de tu boca. Ante esto, sonreiste divertida por la ansiedad que todos mostraban por querer irse temprano.
-Que tengan unas felices vacaciones y descansen mucho, chicos -diste luz verde para salir -. Pueden retirarse.
La mayoría guardó sus cosas, emocionados por salir temprano de clases, algunos otros se tomaron su propio tiempo para irse, pero todos y cada uno, antes de irse del aula, se despidieron de ti, deseándote que tuvieras también felices vacaciones.
Y en el instante donde las cuatro paredes dejaron de almacenar las voces juveniles para quedar tan solo en un tranquilo silencio, miraste hacia tus propias manos, sintiendo como el sentimiento de melancolía regresaba a tu pecho.
