Un joven omega con una exótica belleza la cual es producto de una maldición que pasa de generación en generación.
Un joven apuesto y explocivo rey caprichoso, que consigue todo lo que quiere, con un pasado algo complicado.
Cinco reinos con peligro...
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N.O
El ya conocido omega de cabellos verdes e inconfundible belleza iba caminando por los pasillos del castillo de rubí, el nombrado llevada entre sus manos una capa roja símbolo de la familia real del reino. Izuku la llevaba con pesar ya que para su suerte o desgracia, las feromonas de eucalipto y caramelo provenientes del alfa cenizo le ayudaban a sentirse protegido cuando se sentía acosado por aquella criatura desconocida, sin embargo con el paso de las semanas esas agradables feromonas se habían ido siendo reemplazadas por las provenientes de su cuerpo, eso sin contar que esa capa se le había brindado como cortesía para el frío, pero con obvio carácter devolutivo.
Izuku se detuvo al visualizar con sus hermosos ojos esmeralda la puerta del salón donde se encontraba su prometido la mayor parte del tiempo y con nerviosismo tocó la gran puerta de madera roja, pero no obtuvo respuesta así que repitió su acción una segunda y tercera vez teniendo el mismo resultado.
El de rizos suspiró para después tomar valor y abrir la puerta sin permiso, encontrándose con la predecible respuesta de que estaba vacío el salón. El omega entró con duda a la oficina recibiendo nuevamente aquellas feromonas provenientes del alfa cenizo y como si fuera un hechizo envolvente Izuku se tranquilizó al mismo tiempo que empezaba a detallar el lugar.
Un espacio amplio decorado con lujosos objetos de oro, plata y platino, estanterías, suelos y escritorio hechos con la más fina madera de roble rojo. A simple vista se notaba que era un lugar agotador con solo ver el papeleo y bolígrafos acumulados, pero sin más opción quiso esperar a que llegara el cenizo y así devolverle la capa, pero su vista se detuvo en un marco con un retrato familiar.
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Con curiosidad se acercó para poder visualizar mejor en nombrado, Izuku pudo reconocer fácilmente que se trataba de los padres de Katsuki, sin embargo en ese retrato le llamó la atención dos cosas:
La primera es que la capa que sostenía en sus manos era casualmente parecida a la que cubría tanto al cenizo como a su madre, lo cual le podría confirmar la hipótesis de que solo existía una.
Y la segunda es que el retrato tenía una dedicatoria grabada en la madera del marco que decía "Un recuerdo para nuestro querido hijo menor" ¿Hijo menor? ¿No se supone que el hijo mayor era por decreto el heredero al trono? ¿Acaso Camie-San es mayor que Bakugo-San? Y si es así ¿Por qué en trono lo tiene Bakugo-San?, el omega divagó unos momentos recordando la extraña conversación que tuvo con su tutora hace unas semanas.
