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Hanni está muy enfadada. Pero está haciendo todo lo posible para no mostrarlo. Vino a por dos cafés para ella y Minji pero tuvo que encontrarse con la amiga más molesta que tiene. Lo que es más irritante es que sigue hablando de Minji. No es que ella se moleste cuando alguien habla de Minji pero esta situación es diferente. Esta chica se ha enamorado de Minji y ahora no deja de ser molesta.

— ¿Sabes cuál es el color favorito de Minji?

— No.

— ¿Cuál es su comida favorita?

— No lo sé.

— ¿Su estación favorita?

— Negativo.

— ¿Qué sabes entonces? ¿Eres su única amiga y no sabes nada de esto?

— Bueno en realidad lo sé pero no quiero decírtelo. — Hanni se cruza de brazos y mira a su amiga.

—¿Por qué?

— Porque si estás interesada en ella deberías ir y preguntárselo tú misma. — responde Hanni. Ahora está muy enfadada.

— ¿Pero como? Minji ni siquiera habla con nadie. — la chica hace pucheros.

— Intenta acercarte a ella o algo. — dice Hanni.

— Lo hice, ella solo dijo 'hola' y luego volvio a leer su novela ignorando completamente mi presencia.

Hanni resopla al escucharlo. Bueno, es tipico de Minji, pero esta chica molesta recibiendo este trato de su enamorada que es Minji es aun mas gracioso.

— Quizas lo intente de nuevo, no lo se. — Hanni comienza a alejarse.

— ¡Espera! — su amiga la detiene de nuevo lo que hace que Hanni ponga los ojos en blanco por estar demasiado molesta.

— ¿Puedes al menos pasarle esta carta a Minji? — le muestra una carta a Hanni.

— ¿Por qué yo? — Hanni frunce el ceño.

— Porque tengo miedo de hacerlo y tú eres su amiga, así que deberías hacerlo en mi nombre. Gracias. — dice la chica mientras mete la carta en la mochila de Hanni sabiendo que Hanni no puede detenerla porque tiene café en ambas manos.

Hanni ni siquiera pudo terminar la frase porque su amiga se alejó apresuradamente. Sólo suspiró y empezó a caminar hacia su mesa.

Minji estaba tan concentrada en su novela que no se dio cuenta de que Hanni ya habia llegado con su cafe. Hanni mira a Minji y suspira en su mente. A veces quiere arrebatarle los libros a Minji y destrozarlos. No sabe por qué tiene ganas. Y siempre se dice a sí misma que obviamente no es porque Minji está más concentrada en los libros que ella la mayor parte del tiempo. Se convence a sí misma todo el tiempo de que no necesita la atención de Minji porque tiene muchos amigos y le basta con llamar su atención. Además, Minji no la ignora por completo. Ella siempre escucha a Hanni cuando Hanni empieza a hablar de algo.

Pero Hanni desearía que Minji se abriera más. Solo escucha a Hanni pero nunca dice nada por si misma. Ni siquiera sobre sí misma. Todo lo que sabe de Minji, lo ha aprendido sola. No es que Minji no quiera hablarle a Hanni de sí misma. Minji no sabe cómo hacerlo o simplemente piensa que eso no es importante, lo que hace que Hanni se enfade. Esta chica siempre piensa mal de si misma y cree que no importa. Hanni desearía que Minji supiera que ella es muy importante para alguien y que importa mucho.

— Aquí tienes tu café. — Hanni pone el café delante de Minji.

— Ah, gracias. — Minji levanta por fin la cabeza del libro y coge la taza para beberse el café.

— También esta carta. — Hanni le tira la carta a Minji y se sienta a su lado.

— ¿Carta para quién? — Minji frunce el ceño.

— Para ti. — responde Hanni.

— ¿De quién? — pregunta Minji mientras coge la carta.

— De mi amiga que piensa que eres muy guay porque eres tranquila y callada y además te pasas la mayor parte del tiempo leyendo esas novelas. Dice que es muy estético para ella. — responde Hanni en tono sarcástico.

— ¿En serio? ¿De verdad lo ha dicho? — Minji resopla un poco.

— Sí, y dijo que estaba enamorada de ti, pero que tú la ignorabas cada vez que se te acercaba. — Hanni da un sorbo a su café.

— No me acuerdo. Déjame leer esta carta...— Minji abre la carta.

— ¿Delante de mí? ¿No deberías hacerlo a solas? — Hanni levanta la ceja.

— Actúas como si no lo hiciera todo delante de ti. Conoces todos mis actos aunque no te los cuente. Asi que no importa. — Minji resopla y abre la carta.

— Querida Minjibear...— Minji la lee en voz alta lo que hace que a Hanni se le derrame el café de la boca.

— ¿Minji qué? — grita Hanni.

— Hanni baja la voz los demás se van a quedar mirando — dice Minji mientras mira a su alrededor preocupada.

Pero Hanni no se calma. Ahora está muy enfadada. Fue ella quien le puso a Minji ese apodo de Minjibear. Y sólo ella podía llamar así a Minji. No todo el mundo puede tener acceso a eso.

— Como coño me voy a calmar Minji. — Hanni golpea la mesa con la mano.

— ¿Qué pasa? — Minji pregunta lo que hace hervir la sangre de Hanni.

— ¿Lo dices en serio? ¡Te he puesto este nombre y sólo yo puedo llamarte así! — grita Hanni.

— Cálmate, Hanni. Es sólo un apodo. No exageres. — responde Minji con calma.

Hanni mira molesta a Minji. ¿Es "sólo" un apodo para ella? ¿Acaso no entiende el cariño y la adoración que hay detrás del apodo? ¿Así que ahora cualquiera puede llamar a Minji por el apodo que ella ha creado adorándola? Todo esto está haciendo estallar a Hanni. Su cuerpo está literalmente temblando de estar tan enfadada. Y ella no quiere actuar como si todo estuviera bien esta vez. Hanni coge su taza de café y luego tira el café a la cara de Minji.

— ¿¿¡¡Hanni!!?? ¿¡Qué demonios!? — Minji grita.

— Esto es lo que realmente te mereces. Ahora vete con esa chica y escucha cómo te llama Minjibear todo el rato. No me llames ni me mandes putos mensajes. Ni te me acerques. Vete a morir con esa chica. — le grita Hanni a Minji en la cara y luego coge su mochila antes de alejarse.

— Increíble. — Minji se queda boquiabierta.

Minji saca su servilleta y se limpia la cara junto con su camisa que ahora tiene manchas de café. Mira a su alrededor y se da cuenta de que todo el mundo la mira con curiosidad. Suspira y guarda la servilleta en la mochila. Se supone que debería estar avergonzada, pero está triste. No debería haber dicho eso. No sabía que Hanni se enfadaría tanto sólo por eso. Probablemente sea algo muy personal para ella.

Minji mira la carta sobre la mesa. También ha salpicado un poco de café. Ya no le apetece leerla. Pero dejar la carta aquí es arriesgado. Si alguno de los alumnos de su clase la encuentra, ella va a ser la fuente de entretenimiento para ellos durante los próximos dos meses. Así que guarda la carta en su mochila y termina de beberse su café.

Realmente nos arruinó el día a las dos... — Minji suspira y se levanta para salir del lugar.

Inseparable [Bbangsaz]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora