CAPITULO 1

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(Balerio. Sigue vivo en este fic y todavía vuela.)

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Westeros es el país gobernado por los Targaryen, tras una toma de poder por parte de Aegon el conquistador, sus dos esposas; Visenya y Rhaenys, las cuales también eran sus hermanas, sin mencionar a los tres dragones que tenía, los cuales fueron punto clave para la conquista.

Tras años de sucesiones y guerras quedó Jahaerys I como rey, dejando a su nieto Viserys Targaryen como sucesor al trono luego de su muerte.

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Viserys Targaryen es un alfa nacido 77 años después de la conquista.

Cuando Viserys nació, fue la alegría de Baelon Targaryen, su primer hijo era un varón alfa, orgullo para cualquier padre.

Dos años después llegó su segundo hijo, un varón omega de nombre Daemon. Es un omega muy rebelde y un tanto consentido, ya que Baelon amaba a su hijo.

Al pasar de los años Viserys y Daemon se volvieron muy unidos, era muy normal para cualquiera, ver a los dos niños jugando y escapando de sus padres, las bromas de los dos Targaryen podían llegar a ser algo crueles.

Pero con el pasar de los años se distanciaron, o todo empezó cuando Viserys tuvo su primer celo, el alfa contaba con 15 onomásticos cuando su celo se presentó en mitad de su cena. Todo el día había estado sensible y aunque algunos intuían lo que pasaba era mejor esperar a ver cómo se desarrollaba las cosas.

Viserys tuvo su primer celo a los quince años y pese a todos los omegas que su padre alfa mandó a su habitación, para calmarlo, nunca tocó a ninguno, a cada uno los echaba y a los que se resisten eran estrujados, al punto de ser sacados a los empujones.

Varios omegas salían llorando y algunos al caer al piso terminaban con las rodillas raspadas, sucias y con sangre.

Viserys siempre estaba con su hermano, a dónde sea que fuera el alfa el omega lo acompañaba y viceversa. Ninguno de los dos se sentía incómodo con aquello.

Cuando Daemon Targaryen tuvo su primer celo, solo era atendido por nodrizas, enfermeras y su madre omega.

El olor que desprendía Daemon era tan exquisito que Viserys no pudo aguantar hacerse unas cuantas pajas con aquel olor, imaginándose a su hermano y a él compartiendo el lecho.

Desde ese momento todo cambió.

Viserys se alejó de su pequeño hermano, por miedo a lo que él le podría hacer.

Daemon intentó muchas veces volver hablar con su hermano, pero este siempre lo esquivaba.

Viserys ignoró a su hermano por un año entero, pero no fue hasta que el omega decidió confrontarlo enojado por aquel comportamiento.

-- Somos hermanos Viserys, me prometiste que estaríamos juntos siempre, ¿Por qué me abandonas? ¿Por qué soy omega? ¿Ya no soy tu maldito hermano? -- el omega hablaba con mucha ira y tristeza, su mirada cristalina se fijó en el alfa que no hacía nada por calmar al omega. -- Mírame maldita sea. Soy tu hermano, si me vas a dejar de hablar al menos merezco saber ¿Por qué?. --

A Daemon no le gustaba llorar, pero el nudo en su garganta estaba doliendo, se sentía traicionado. Aquel alfa que le había jurado en su niñez que estarían juntos sin importar nada, pero ahora se estaba alejando de él.

Viserys seguía sin decir absolutamente nada, su vista seguía fija en el colchón de su cama ignorando olímpicamente al omega.

» ¿No vas a hablar? Por favor, dime algo, puedo cambiarlo, eres importante para mí, no quiero que...

Avy JorrāelanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora