001 | Sakura

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Un año después. . .

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El sonido de que alguien había entrado se hizo presente en lo que pisó el tapete de la tienda, dejando que el aire acondicionado tocara sus piernas descubiertas.

— Bienveni-... ouh —el dueño de la tienda se quedó callado en cuánto observó aquella silueta, por un momento el anciano creía que era un ladrón, pero se percató que era una figura femenina.

Quizás un Yokai.

— Buenas noches —saludó la fémina. Usaba un cubrebocas, y su cabello oscuro con puntas rojas estaba trenzado de lado, y parecía tener unos mechones sueltos en su trenza, y traía un flequillo desordenado que dejaba cubrir sus cejas y gran parte de sus ojos color escarlata.

El dueño tragó fuerte mientras temblaba, su mano se posaba en un botón debajo del mostrador, dicho botón llamaba a la policía, por si la mujer le robaría.

Pero, se sorprendió cuando ella caminó tranquila hacia los pasillos, y sacó unas monedas y billetes que tenía en sus bolsillos, contándolos detenidamente.

— Uff... —suspiró aliviado.

Sakura siempre daba la impresión de ser una ladrona, todos malinterpreta eso de un vagabundo, en el caso de ella, una vagabunda, incluso le han intentado tocar, pensando que sería una prostituta.

Pero ella no es su madre.

Se detuvo frente a el refrigerador, quería probar unos jugos naturales que vendían en la tienda, pero con lo que ella tomaba de los ladrones que roban bancos, gastaba más en pinturas y ropa en ventas de garaje, y esta vez solo le alcanzaba para una lata de coca cola y galletas de coco, así que fue esto lo que tomó.

Dejó las cosas en el mostrador. El anciano más tranquilo, le sonrió, pensando que sería una adolescente cualquiera con apariencia apática.

— ¿Cómo se encuentra, jovencita? —cuestionó sonriente.

— Me muero de hambre... —murmuró Sakura, no mentía, esta a veces solía ser su cena.

— Vaya... —espetó el anciano. La joven sonrió de lado mirando una caja de cigarros en el mismo mostrador, pero no le alcanzaba para comprarlos. Sería para la próxima—. Son 25 yenes —Sakura entregó el dinero, y tomó la bolsa con sus compras—. ¡Vuelva pronto! —exclamó el dueño.

La muchacha salió de pésimo humor, deseaba no haber comprado más pinturas de aerosol, quizás así le hubiera alcanzado para comprar los cigarros.

— ¡Quítate! —gruñó un hombre chocando con su hombro, provocando que cayera en el suelo—. ¡Fíjate en dónde vas, drogadicta!.

Gruñó por la actitud del tipo. Al intentar levantarse, sus párpados se abrieron al notar que este sacó un arma de sus bolsillos, y estaba entrando a la tienda. Sakura sonrió diabólicamente mientras una vena se asomaba en su frente, sus garras se hicieron presentes al igual que sus colmillos debajo del cubrebocas.

— Aaah... que me fije... buena idea —murmuró.

En la tienda, el dueño estaba entregándole todo el dinero de la caja registradora a el ladrón, temblando de miedo y a nada de tener un paro cardíaco si el sujeto disparaba.

— Eso es viejo, ¡Todo el puto dinero!. ¡También me llevaré esos cigarros! —dijo el enmascarado, tomando la caja con una sonrisa—. Natural American Spirit, amo esta marca.

𝐒𝐇𝐀𝐌𝐄𝐋𝐄𝐒𝐒───𝐇𝐚𝐰𝐤𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora