𝐒𝐇𝐀𝐌𝐄𝐋𝐄𝐒𝐒───𝐇𝐚𝐰𝐤𝐬

012 | Alucinaciones

¡ADVERTENCIA!

Este capítulo incluye consumo de sustancias tóxicas. No está escrita para romantizar el uso de esta misma.

NO apruebo o practico estas cosas, he estado investigando a fondo sobre este tema para poder escribir el capítulo.

Por favor, consideración, ante todo.

≫ ──────────── ≪•◦இ•◦ ≫ ──────────── ≪

Sakura frunció sus cejas al observar lo que más detestaba en el mundo: Personas en su territorio.

Apenas llegó a el bosque y encontró a unos hombres, más bien, unos adolescentes con unas linternas y un perro alemán. En total eran tres, y era la primera vez en mucho tiempo que adolescentes entraban. Hace unos tres años que los cazadores y turistas no vienen a su bosque.

— Creo que tengo que volver a los viejos tiempos, ¿Huh? —susurró para sí misma.

Saltó por las ramas en silencio con ayuda de sus colas, tratando de no hacer el mínimo ruido para llamar su atención. Parecían que estaban grabando con uno de sus teléfonos.

— Se dice que en este bosque, hay un espectro, muchos pobladores de Fukuoka dicen que es un Yokai Mononoke. Dicen que este espíritu venga a todos los animales que fueron cazados...

Sakura sonrió de lado.

— Posiblemente sea cierto... —susurró ella.

Los chicos siguieron avanzando con el perro olfateando el suelo. Sakura aterrizó en el suelo y empezó a ensuciar su rostro con barro, cubriendo también un poco su cabello y piernas. Sonrió divertida.

El can empezó a olfatear algo inusual, y gruñó hacia la dirección en dónde Sakura aún se ensuciaba el cuerpo.

— No me gusta ese sonido —dijo el más joven mirando al rededor nervioso.

Sakura empezó a saltar más fuerte entre las ramas haciendo ruido, llamando la atención de el perro, el cual estuvo siguiéndola por todos los árboles donde ella brincaba.

Una risa. Una sola risa erizó la piel de los chicos.

— M-mierda... Graben esto.

*Agh... les daré lo que quieren entonces*

Sakura se detuvo, aterrizó en el suelo y se quedó quieta por completo. Con una de sus colas le arrebató las linternas a los chicos y las lanzó lejos.

Pudo escuchar como empezaron a temblar y a lloriquear. Sakura sonrió de lado y se quedó en su lugar, luego comenzó a lanzarles pequeñas piedras en sus cabezas.

— ¿Quién demonios-...?

— Chicos... d-deberíamos irnos...

— ¡Cállate!

Sakura rió entre dientes, luego cubrió su boca al darse cuenta que rió un poco más alto de lo que debería.

— ¿Escucharon eso? —preguntó el de la cámara. Sakura siguió riendo entre dientes, pero esta vez de forma burlona y malévola.

— ¡Al diablo!, ¡Yo me largo de aquí!

— ¡Oye!

— ¡No me dejen solito!