Misterios desbloqueados

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En una ubicación desconocida, yace un castillo cubierto por un oscuro cielo y rodeado de múltiples grimms que se han registrado y que no se registraron a lo largo de la historia de Remenant. Dentro del mismo castillo yace una reunión de varias personas, dichas personas no eran nada más que Hazel Rainart, Arthur Watts, Tyrian Claws, y la misma Salem.

_¿Cómo le va a Cinder y a sus amigos en su filtración en la Academia Beacon? –le cuestiono Salem a Watts.

–Pues por lo que se, solo les faltan unos movimientos más para que su infiltración este completa –le respondió Watts.

–¿Y como va nuestra cosecha de The Hound en ese poblado? –les cuestiono Salem a sus esbirros.

–No dudo de que el proyecto sea bueno, pero creo que debió dejar a alguno de nosotros a cargo para eso –le comento Hazel.

–Tiene un punto mi señora, no dudo de lo fuerte e inteligente que es The Hound, pero dejarlo a cargo de la granja grimm no es algo muy prudente, si bien tiene inteligencia, no va pasar demasiado tiempo antes de que descubran la ubicación de la granja de grimms que hemos plantado debajo del poblado –le explico Watts con suma preocupación.

–La gente de ahí es muy tonta, si no hemos recibido alguna novedad sobre su hallazgo hace tres años entonces no hay de que preocuparse, no la descubrieron aún –le contradijo Salem.

Antes de que algún otro pudiera decir algo, una gigantesca sombra paso por la única ventana que dejaba pasar la luz, dicha sombra paso demasiado rápido, lo que significaba una cosa, ella acababa de llegar.

–Veo que está aquí de nuevo –comento Hazel.

–Esa dragona nos es de mucha utilidad –halago Salem con una sonrisa satisfactoria.

–¿Qué habrá traído en esta ocasión esa dragona? –se cuestiono Watts.

–Nunca lo sabremos si no salimos a averiguarlo –le contesto Tyrian.

Arthur asintió ante lo dicho por el fauno escorpión, por lo que los cuatro se dispusieron a salir para ver que trajo o que quería la la dragona.

Una vez que salieron todos de la reunión, esperaron a que la dragona se manifestará para ver qué quería en esta ocasión, sin embargo, no esperaron que algo completamente negro del cielo cayera del cielo hacia sus pies, algo que los sorprendió bastante ya que no esperaban tal cosa, y más al ver que lo que cayó del cielo era The Hound, el grimm a cargo de la cosecha de grimms que estaba en aquel poblado.

–¿Qué te dijimos sobre atacar a los grimms, Iruru? –le cuestiono Salem muy molesta por lo que acababa de presenciar.

–¿De que hablas?, Yo ya lo había encontrado así –le dijo la dragona pelirosada de grandes pechos.

–¿A qué te refieres? –le cuestiono Hazel.

–Me refiero a que iba volando a visitar la granja de The Hound y de la nada este me cayó del cielo en ese estado –les explico Iruru brevemente.

–¡¿Y cómo está la granja?! –le cuestiono Salem muy preocupada.

–La aldea sobre la que estaba termino sepultandola –le contesto Iruru rápidamente.

Salem y sus esbirros quedaron muy sorprendidos, ¿cómo era posible de que la granja quedará en ese estado?.

–¿Tienes alguna idea de quien haya sido el responsable de su destrucción? –le cuestiono Watts.

–Oh, de hecho, percibí un peculiar aroma de alguien con quién ansió pelear –le respondió Iruru en un tono lujurioso mientras alzaba sus garras con entusiasmo.

–En ese caso, encuéntralo, no me importa que sea humano, fauno, o incluso alguien de tu mundo, pero tráelo ante mi para que pague las consecuencias –le ordenó Salem.

–Oh, no hace falta que me lo pidas –le respondió Iruru quien salió volando a toda velocidad hacia la escena del crimen en dónde estaba encontrar algún rastro.

Volviendo hacia el bosque, nos encontramos con el director de la Academia Beacon, Ozpín, quien estaba con un grupo de búsqueda, esto porque la familia de cierto rubio que todos conocemos le dijeron que traiga al mencionado para que de la cara por lo que hizo, por lo que Ozpín le pidió ayuda a Ironwood para buscar al rubio.

Ellos habían llegado al lugar debido a que rastrearon la señal del scroll en ese lugar, por lo que todos siguieron buscando hasta que alguien finalmente encontró algo.

–Director, debería de ver esto –le indico uno de los buscadores al Ozpín.

Ozpín se acercó hacia el explorador con el fin de ver lo que querían que viera, teniendo a la vista el Scroll del rubio el cual estaba roto.

–¿Que cree que paso? –le pregunto Ozpín al buscador.

–Tal vez un grimm lo estaba persiguiendo y se le termino cayendo en la persecución –le explico el buscador.

–Director, encontré otra cosa –le dijo otro de los buscadores al mencionado.

Ozpín se acercó hacia la otra zona en dónde lo llamaron, encontrando restos de manzana en el suelo.

–El rubio sabe dónde conseguir cosas de la naturaleza –admitió Ozpín bastante sorprendido.

–Y a juzgar por la cantidad y la posición de los restos, creo que el sujeto que tratamos de buscar tiene una nueva compañera –le comento en otro buscador analizando la escena.

–Así que se consiguió una compañera de viaje –comento Ozpín bastante interesado.

–Puede ser probable señor, hay signos de huellas que indican la presencia de dos personas, pero lo extraño es que estás ya no están más adelante –le explico el primer buscador que llamo a Ozpín acercándose a la escena.

–Y no solo eso, aquí hay una hoguera apagada, y por lo que veo, tiene unos 3 o 4 días así –les explico un tercer buscador el cual salió de una cueva cercana a la zona.

–Esas son todas las pistas que vamos a tener por hoy, parce que va a llover –les indico Ozpín señalando el cielo nublado.

Los buscadores asintieron ante las indicaciones de Ozpín, sin embargo, al momento de poner un pie adelante, las nubes de forma sorprendentemente disiparon como si múltiples ataques de energía impactaron contra las mismas, cosa que extraño bastante todos en el lugar.

Mientras tanto en otra parte lejana del bosque, Tohru regreso a su forma humana para regresar a la cueva en dónde se refugiaba con el rubio, sin embargo, en la entrada el rubio semi desnudo quien sostenía su herida cauterizada por el fuego de la dragona.

–Tohru, no creo que haya Sido una buena idea hacer eso, alguien pudo haberte visto –le comento el rubio.

–Estamos en un bosque cuya fauna está conformada mayormente por grimms, no creo que alguien lo haya visto, además, fue para que tú ropa se secada rápido –le contesto Tohru un tanto despreocupada mientras llevaba al rubio de nuevo al interior de la cueva.

Mientras tanto en otro lugar lejano de la ubicación de Tohru y Jaune, exactamente en una montaña un tanto elevada, había una niña peliblanca la cual había visto lo que le pasó a las nubes.

–Ese aliento… al fin la encontré –dijo la niña al ver la hazaña presente.

CONTINUARÁ…

Jaune-san Chi No Maid Dragon. (Volumen 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora