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Pero si yo canto la canción y no estás aquí se convierte en una invocación.


Era medio día y ahora estaban en una cafetería

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Era medio día y ahora estaban en una cafetería. Al principio Kakyoin le tenía miedo al joven que había invitado a Jotaro, pero para su sorpresa es su familiar, su nombre es Josuke. Al saberlo la pelirroja se sintió más tranquila.

Kakyoin disfrutaba de un licuado y no prestaba atención de lo que Jotaro y Josuke hablaban. Ella miraba a las personas que caminaban por la calle y pensaba que no eran tan diferentes, les ponías una aleta y escamas y eran casi iguales que las sirenas. A la distancia vio a una mujer cargando un bebe y se sintió extraña. Ahora que lo pensaba, ¿cómo era su madre? Su padre en una ocasión le dijo que su cabello era idéntico al de su madre, pero no le dijo nada más. Desde muy pequeña pensó que quizás su madre estaba muerta.

Sin darse cuenta se quedó viendo a la nada y pensaba en su madre. Reacciono al ver que Jotaro se levantó de la mesa para ir al baño; iba a seguirlo, pero él le dijo que se quedara en la mesa porque solo tardaría unos minutos en volver.

Ahora se encontraba solo Kakyoin y Josuke en la mesa. Era bastante incomodo y ni uno de los dos decía nada. El joven no podía con eso y decidió comenzar una pequeña platica.

—Así que... ¿Eres amiga del señor Jotaro?

Kakyoin solo asintió con la cabeza.

—¿Desde hace cuánto se conocen?

—H-hace más de un mes... ahora vivimos j-juntos —respondió Kakyoin.

Josuke escupió su bebida.

—¡V-vaya! Eso no me lo esperaba. El señor Jotaro no suele ser muy sociable y a veces puede ser grosero con las mujeres.

—¡Eso no es cierto! Él es muy amable, atento, me ha enseñado muchas cosas y siempre me protege.

—Me alegra que pienses eso de él —Josuke le sonrió—. Sabes, yo también pienso que es genial.

El ambiente ahora era más tranquilo y Kakyoin se sentía más cómoda con la presencia del joven Josuke. La pelirroja no podía evitar ver el cabello de Josuke, le recordaba a un viejo amigo.

—Por cierto, Josuke... desde que te vi tu peinado me pareció extraño y curioso.

Ese comentario molesto a Josuke y estaba a punto de hacer una locura. Se detuvo al sentir como Kakyoin sujetaba su rostro entre sus manos y acercaba sus rostros.

—Pero ese es tu encanto y te hace ver muy bien.

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The World's Continuation | JotakakDonde viven las historias. Descúbrelo ahora