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Ya habían pasado semanas desde que Kakyoin decidió vivir con Jotaro. Ahora estaba acostumbrada a vivir como una humana y su miedo a las personas se había ido. De vez en cuando solía ir la playa con Jotaro, volver a su forma natural y estar en el agua era agradable.
Ahora Jotaro podía dejar a Kakyoin sola en la casa, sin que ella causara un desastre. También iba junto al azabache al acuario en ocasiones. Por las noches cuando ya no había nadie en el acuario, Jotaro dejaba que la pelirroja nadara con algunos peces.
Jotaro fue de viaje a Estados Unidos por una semana debido a un asunto de trabajo. Para que la pelirroja no se sintiera sola, Josuke iba a visitarla y en esta ocasión la invito a salir. Fueron a comer a un pequeño restaurante italiano y luego a dar un paseo.
Kakyoin miro una tienda de recuerdos y le gusto unas caracolas de color salmón, compro una para llevársela a su padre la próxima vez que iría a visitarlo. Mientras caminaban un joven de cabello plateado y de baja estatura fue a saludar a Josuke. El joven se sorprendió de ver a Josuke con una chica tan linda y comenzó a felicitarlo, el peli azul se sonrojo.
—No bromees con eso Koichi.
"Koichi". Kakyoin se preguntaba donde había escuchado ese nombre.
—Ella es Kakyoin, es una amiga del señor Jotaro —dijo Josuke.
—Yo soy Koichi, un gusto —le extendió la mano para saludarla.
—Mucho gusto —Kakyoin estrecho su mano.
Kakyoin sintió una presencia peligrosa detrás de ella al momento en que tomo la mano del joven frente a ella. Volteo su rostro lentamente y no podía creerlo que estaba viendo.
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—¡Kakyoin, cuanto tiempo! —saludo Yukako.
Kakyoin estaba muy contenta, se lanzó hacia la azabache para abrazarla. La última vez que vio a su amiga fue cuando observaba un bote. No pensó que volvería a verla y mucho menos en la superficie. Para no ser descubiertas, inventaron la excusa de que se conocieron por casualidad hace tiempo y que eran amigas.
