Durante el tiempo que pasó hasta que finalmente pudimos ir a Hogsmeade, pasamos por ciertos dilemas, como por ejemplo el hecho de que Sirius se hubiera molestado cuando le dijimos que era peligroso que se apareciera en las cercanías del castillo y del pueblo. Y siendo Sirius como es, ¿qué pasaría si decide que las precauciones no sirven de nada y se aparece igual?
-Tienes que comprender que tenga ganas de salir a dar un paseo -opinó Ron, cuando Harry nos compartió sus opiniones al respecto-. Ten en cuenta que lleva más de dos años huyendo de la justicia, ¿no?, y ya sé que no debe haber sido divertido, pero al menos era libre. Sin embargo, ahora está encerrado día y noche con ese horrendo elfo.
Hermione miró mal a Ron, pero no dijo nada con respecto a este último comentario.
-El problema -dijo, dirigiéndose más a Harry y a mí-, es que Sirius tendrá que permanecer escondido hasta que Vo-Voldemort, ¡Ron, por favor!, salga y de la cara, ¿no? Quiero decir que el imbécil del ministro no se dará cuenta de que Sirius es inocente, hasta que acepte que Dumbledore siempre le ha dicho la verdad sobre él. Y cuando esos inútiles empiecen a atrapar a mortífagos de verdad comprenderán que Sirius no es uno de ellos. Ni siquiera tiene la marca.
-Espero que la gente encargada de revisar eso ahora sea más competente -comenté-, porque si pasaron eso por alto la última vez... ¡Oh! ¡Esperen! No tuvo un juicio donde lo revisaran -me terminé cruzando de brazos, contrariada.
-Bueno, no creo que Sirius sea tan estúpido como para venir -terció Ron, convencido-. Dumbledore se enfadaría muchísimo si lo hiciera, y Sirius siempre le hace caso a Dumbledore, aunque no le guste lo que le ordena.
Harry todavía tenía cara de preocupado, así que Hermione añadió:
-Hemos estado sondeando a gente que pudiera querer aprender algo de Defensa Contra las Artes Oscuras, y hay un par de personas que parecen interesadas. Les dije que se reúnan con nosotros en Hogsmeade.
-Está bien -dijo Harry, con aire distraído.
-No te angusties, Harry -insistió Hermione-. Ya tienes suficientes problemas sin Sirius.
Y aunque no me gustaba darle la razón en eso, la verdad es que no se equivocaba mucho. Ella había podido mantener sus deberes a raya, e incluso adelantado algunos, además de encontrar tiempo para tejer más, pero Harry y Ron habían tenido un poco más de problemas con eso. Aún sin los castigos de Umbridge, Harry seguía estando atrasado, y Ron estaba peor, pues además de sus deberes de prefecto, tenía que ir a los entrenamientos de quidditch, que teníamos dos veces a la semana. De mí ni voy a hablar, porque no sé como estoy sobreviviendo a todo con el ritmo al que voy haciendo las cosas.
El día de la excursión a Hogsmeade amaneció despejado, pero con un viento que se calaba fácilmente por lo que sea que se llevara de abrigo. Cuando Filch me dejó pasar, luego de revisar mi nombre en la lista de estudiantes que tenían permitido salir, sentí una punzada amarga al recordar que, de no ser por Sirius, no podría ir a Hogsmeade en todo caso...
-Oye, ¿por qué te ha olfateado Filch? -me di vuelta bruscamente, al escuchar la pregunta de la voz de Ron, dirigida a Harry.
-¿Filch te olfateó?
-Supongo que quería comprobar si olía a bombas fétidas -Harry soltó una risita-. Me olvidé de contarles...
Y nos explicó lo que le sucedió luego de enviarle la carta a Sirius. Se encontró con Cho, y hablaron del tiempo, de quidditch, y de Umbridge antes de que apareciera Filch para exigirle a Harry que le mostrara lo que había enviado. Luego de como cuando el celador apareció, Cho lo defendió y ya está.
-Cuanto detalle.. -se me salió decir. Aunque solo Harry y Ron me escucharon, porque Hermione estaba ensimismada, y su pregunta volvió a enfocarnos en el tema.

ESTÁS LEYENDO
Charlotte y la Orden del Fénix
FanficCasi por comenzar su quinto año en Hogwarts, Charlotte cada vez se adentra más en la historia de su pasado, gracias a una visita inesperada que le cambiará la perspectiva, aunque quizás también le enrede las cosas. Pasará además, por nuevos cambios...