Prólogo

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Para aclarar, la historia se desarrolla en inicios de la primera temporada de la versión del 2012...

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     Sintió como se le iba el aire, su expresión llena de sorpresa, conmoción y miedo. Leonardo dió un paso hacia atrás, llevándose las manos a la cabeza y comenzando a entrar en pánico.

Toda la habitación le daba vueltas y vueltas, sintió que iba a vomitar.

El nunca se había imaginado a si mismo en una situación como esa, ¿Cómo se suponía que debía reaccionar? ¿Cómo debería sentirse ante eso?. Si antes le tenía repulsión y odio al Kraang, esos sentimientos se habían intensificado aún más con eso.

Se sentía... Profanado, eso estaba mal, muy mal. Cerró sus ojos y deseó que eso solo fuera un mal sueño, y que, cuando abriera los ojos estaría en su habitación con sus hermanos y padre esperándolo afuera, que eso que tenía al frente suyo no era verdad y solo un mal sueño, o mejor dicho, una pesadilla.

Pero cuando abrió los ojos, supo que era real, que no era ningún sueño ni alucinación. Trago grueso y retrocedió, negando para si mismo y esperando que eso solo fuera una broma de muy mal gusto.

Porque los Kraang se habían pasado de la raya esta vez.

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—Esto no puede ser real —susurró, con su mirada llena de terror. —Esto no puede estar pasando, no... ¡No!

Negó y desvainó sus espadas, su mirada ahora con una combinación de odio. Apuntó con una de sus katanas a uno de los huevos que estaba enfrente suyo, frunció el ceño y sintió como un escalofrío le recorrió todo el cuerpo.

Hace unas semanas atrás, durante uno de los encuentros con el Kraang, Leonardo había sido atacado. Había sido herido por uno de los robots con una jeringa, en ese momento, no supo identificar si le habían inyectado algún veneno o algo por el estilo.

Y tras unas pruebas y exámenes por parte de Donatello, se llegó al terrible resultado de que los Kraang lo que habían hecho era extraerle ADN a Leo.

Temieron lo que esos alienígenas pudieran hacer con su ADN, y, tras llegar a un acuerdo con Splinter, Leonardo salió a una misión en solitario. No era nada fuera del otro mundo: infiltrarse en el T.C.R.I, buscar y encontrar lo que el Kraang hubiera hecho con su ADN, matar esa cosa, borrar toda la información de su ADN y volver a casa.

¡Simple! Y Leonardo estaba más que preparado para seguir el plan al pie de la letra. Antes de partir, el y sus hermanos buscaron muchas probabilidades de lo que hubiera hecho el Kraang con el ADN del líder de las tortugas, y la opción más obvia era un clon; y tenía que admitirlo, al principio sintió mucha curiosidad sobre el como sería tener un vs con el mismo, si, sería algo turbio tener que asesinarse a si mismo, pero si tenía que hacerlo, lo haría. Seguiría al pie de la letra al plan.

Y si, lo hubiera hecho sin tan solo con lo que se hubiera topado hubiera sido un clon suyo, y no...

... Dos pequeños huevos.

Leonardo suspiró tembloroso, bajando la katana y mirando a los huevos con el corazón latiendo al mil.

—No puedo... —dijo en voz baja, bajando la mirada y mordiéndose el labio inferior. —No puedo hacerlo...

Por alguna razón, no quería acabar con esos huevos, pues eran tan pequeños y tan fragiles, y por su instinto natural lo único que quería hacer era dar protección y cuidar a esos pequeños.

Pero... Los había hecho el Kraang... Esos huevos eran un resultado de un experimento que se había llevado a cabo, experimento del cuál no tenía ni idea y no sabía el procedimiento o si habían usado algo fuera de su ADN.

Leonardo se dejó caer de rodillas ante los dos huevos, mirándolos con confusión y con un millón de preguntas pasando por su cabeza.

¿Que iba hacer...?

𝐓𝐰𝐨 𝐥𝐢𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐓𝐮𝐫𝐭𝐥𝐞𝐬 | TMNTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora