Capítulo 05 - 1/2

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Holaa
Dreamy, la escritora, al habla ✨

Este capítulo estará dividido en dos partes, la otra la subiré en un rato, y si me demoró la subo mañana 😉
Y por cierto, muchas gracias a todos por estar leyendo esta historia, ¡Se les quiere! ✨

[ . . . ]

     —Bueno, ya está, me harté.

La voz de Donatello tomó a Rafael y Miguel Ángel por sorpresa. El de bandana naranja dejó de ver la televisión y Rafael de acariciar a Spike, ambos girandose para ver a su hermano más alto.

—Las cosas no pueden seguir así, tenemos que hacer algo —su tono de voz era serio y tenía una expresión de decisión.

El pecoso ladeó la cabeza. —¿Hacer algo de que? —preguntó, curioso. Rafael rodó los ojos.

—De Leo, tonto —dijo fastidiado, dejando a su tortuga mascota de lado y levantándose.

—Ah, ¿Sobre su comportamiento? —Rafael asintió a la par de Donatello.

—Tenemos que llegar al fondo de lo que sea que nos esté ocultando Leo —continuó el de bandana morada, señalando hacia el pasillo que llevaba hacia sus habitaciones. —No puede seguir así, y si tenemos que invadir su privacidad para llegar al fondo de esto, lo haremos.

Rafael asintió con decisión y Miguel Ángel se levantó de su asiento, mirando hacia el pasillo; para ser sinceros, el también ya se había hartado del nuevo comportamiento de su hermano mayor, porque Leonardo se había vuelto una persona completamente diferente desde su misión en el T.C.R.I. y ninguno de ellos sabía el porque.

Estaba esperando a que alguno de sus hermanos señalará y decidiera hacer algo al respecto, y al parecer ese momento finalmente había llegado.

—¿Y como lo haremos? Leo ya no nos deja ni siquiera acercarnos a su habitación —Rafael continúo, cruzandose de brazos y apoyando todo su peso en una de sus piernas.

Mikey asintió varias veces, parándose al lado de su hermano temperamental. —Y nunca sale de ahí, solo para los patrullajes, ir al baño o venir por su comida.

Los tres se miraron, pensando sobre que hacer y como llevar a cabo su cometido. El punto de Miguel Ángel era cierto, Leonardo nunca salía de su habitación a no ser de las tres cosas que el menor de ellos había mencionado. La única era la del patrullaje, pero sabían que si alguno insistía en quedarse Leonardo sospecharía.

Entonces, ¿Que harían?

—¿Y si se lo pedimos a sensei? —Mikey propuso, ganándose la atención de sus hermanos.

Eso- eso podía funcionar.

[ . . . ]

Convencer a Splinter no fue tan difícil, la vieja rata estaba igual de preocupado por su hijo mayor y estaba dispuesto a descubrir lo que estaba pasando con él; lo que tenía que hacer era fácil, entrar a la habitación de Leonardo, buscar que estaba ocultando ahí y salir, nada del otro mundo.

—Bien, esperaré a que ustedes vayan a patrullar para hacerlo —Splinter dijo, con las manos detrás de su espalda.

Sus otros tres hijos asintieron, sonriendo y sintiéndose satisfechos con el plan.

—Y cuando volvamos nos dice que encontró —Donatello dijo, sonriendo levemente ante el asentimiento de su padre.

[ . . . ]

Leonardo tenía un mal presentimiento, ¿Por qué? No lo sabía, pero sentía que no debía salir esa noche a patrullar.

Se sentó en el borde de su cama, mirando hacia el nido en dónde estaban los huevos, sus huevos. Se levantó y se acercó con cuidado, arrodillándose enfrente de ellos y acariciando sus cáscaras con ternura.

No sabía por qué, pero algo le decía que esa noche algo iba a pasar, y ese algo estaría relacionado con los huevos. Miró hacia la puerta de su habitación, entrecerrando los ojos; sabía que toda su padre y hermanos estaban preocupados por él, pero Leonardo todavía no se sentía seguro de contarles de los huevos, no estaba listo.

Y sabía que ellos encontrarían la forma de descubrir lo que estaba ocultando, tarde o temprano.

Se volvió a los huevos, mirándolos con atención. No le gustaba dejarlos solos, y ahora sentía que mucho menos con ese presentimiento, pero ciertamente no podía saltarse el patrullaje de esa noche, tenía que estar presente, después de todo, el era el líder.

Suspiró, golpeando suavemente su hocico contra uno de los huevos, cerrando los ojos y levantandolo con cuidado. Se sentó en el suelo, acomodando el huevo en su regazo y tomando al otro. Los miró con atención, sonriendo enternecido.

—Capitán Ryan, ¿Alguna idea? —preguntó, dirigiendo su mirada hacia el póster del capitán Ryan que estaba cerca. Se mantuvo en silencio, esperando alguna respuesta.

Y entonces, su mente se iluminó, volviéndose rápidamente hacia el cofre de madera grande, que había encontrado en el basurero hace una semana, en dónde estaba escondiendo todo lo que había estado recolectando sobre bebés en los últimos días.

Volvió a mirar los huevos, luego al cajón. Hizo una mueca y suspiró, levantándose con cada huevo en cada brazo.

—A ustedes dos no les va a gustar esto, pero solo será por esta noche, lo prometo.

[ . . . ]

—¡Sensei, ya nos vamos!

Es hora.

Splinter salió con cuidado del dojo, viendo a sus hijos partir. Donatello se giró hacia él antes de irse, levantando sus pulgares y sonriendo, guiñándole un ojo.

Le devolvió la sonrisa, despidiéndose con una mano y esperando a que se fueran. Su expresión se volvió seria cuando estuvo seguro de que sus hijos ya estaban lo suficientemente lejos.

Suspiró, no le gustaba tener que invadir la privacidad de sus hijos, el era muy respetuoso en ese sentido, pero tenía que hacerlo, por el bien de Leonardo.

Caminó hacia las habitaciones de sus hijos, cauteloso. Sería rápido, tampoco es que fuera a tomarle mucho tiempo encontrar lo que sea que Leonardo tuviera escondido ahí adentro. Agradeció mentalmente al notar que la puerta de la habitación de su hijo mayor estaba abierta y no dudó en entrar.

Entrecerró los ojos, escaneando la habitación con la mirada; todo parecía estar en orden, no veía nada anormal en la habitación de Leonardo a excepción de-

—Eso no estaba ahí antes —sus orejas se levantaron con curiosidad, viendo el cofre que estaba en una esquina.

Bingo.

Al acercarse su ceño se frunció, viendo el candado que protegía y resguardaba lo que sea que estuviera ahí dentro. Ah, ¿Porque pensó que Leonardo lo dejaría tan fácil?

Suspiró, volviendo a ver la habitación. Nuevo objetivo: encontrar la llave.

𝐓𝐰𝐨 𝐥𝐢𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐓𝐮𝐫𝐭𝐥𝐞𝐬 | TMNTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora