Sacrificio [Mihrimah y Mustafa]

Noticia

Mihrimah se sentía mal así que llamó a la doctora para que la revise.

Mihrimah: ¿Qué tengo?

Doctora: Nada malo, Sultana.
Está embarazada.

Mihrimah: Sumbul, que todo el Palacio se enteré, has una fiesta y reparte oro.

Mihrimah fue corriendo a buscar a Mustafa, antes de que suba al carruaje y se vaya.

Mihrimah: ¡¡Mustafa!!

Mustafa: ¿Qué pasa?

Mustafa bajo los escalones y se acercó a su esposa.

Mihrimah: Tengo una muy buena noticia.

Mustafa: ¿Qué es?

Mihrimah: Estoy embarazada.
Tendremos otro hijo.

Mustafa de la felicidad abrazó a a Mihrimah y le dio muchos besos.

Mustafa: Cuando vuelva lo festejamos.

Mihrimah: Está bien.

Mustafa se sentio mal por dejarla en un momento tan importante.
Pero había trabajo.

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Mirunnisa estaba en el harén alimentando a su hijo cuando Sumbul llegó feliz.

Sumbul: ¡¡Escuchen todos, la Sultana Mihrimah está embarazada!!

A Mirunnisa se le cayó la cuchara de la mano de la sorpresa.
Pero cómo todos escucharon el ruido recogió la cuchara y con otra le intentó dar el pure se manzana.

Mirunnisa: Vamos amor mío,
Come un poco más.

El niño no quería más y miraba a la pared.

Mirunnisa: ¡¡Orhan come!!

El bebé empezó a llorar y Sumbul lo agarró para calmarlo.

Sumbul: No le grites al bebé.
Solo lo haces llorar más.

Mirunnisa: No sé qué le pasa.

Sumbul: No tiene hambre, tiene gases.

Mirunnisa: Cierto.

Sumbul: Tan mal te sienta la noticia de la Sultana.

Mirunnisa: Ni me la menciones.

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Hürrem y Mahidevran se acababan de enterar de la noticia.

Mihrimah: ¿No me dirán nada?

Hürrem: Felicidad, hija.

Mahidevran: Qué bueno.

Hürrem: Mahidevran, podrías disimular tu disgusto.

Mahidevran: ¿De qué hablas?

Hürrem: Si realmente te importa Mihrimah, te alegrarías por ella.

Mahidevran: Lo estoy, pero me preocupa que sus hijos tengan alguna enfermedad o condición por ser de hermanos.

Hürrem: ¡¡Mahidevran!!

Mahidevran: Es mi opinión,
Nunca ocurrió algo así, entonces no sabemos qué podría pasar.

Mihrimah: Entiendo tu preocupación pero no lo sabremos hasta que Mehmet Bey crezca y esté bebé.

Mahidevran: Lo sé, perdón por arruinarte la felicidad.

Mihrimah: No importa, Sultana.