Sacrificio [Mihrimah y Mustafa]

Mihrimah enferma

Mustafa despertó al no sentir la presencia de su esposa en la cama.
La vio mirándose en el espejo y después volvió con él preocupada.

Le mostró su cuello colorado y
Con sarpullido.
Mustafa al no saber lo que era
Llamó a la doctora.

Mustafa: ¿Qué tiene?

Doctora: Aún no lo sé, majestad.
¿Sultana le pica?

Mihrimah: Si, mucho.

Doctora: No se rasque, Sultana.
Podría hacerlo peor.

Mustafa: Doctora, encuentre una cura.

Doctora: Sultán, puede que la enfermedad sea contagiosa.

Mustafa soltó la mano de Mihrimah
Y la doctora se fue de los aposentos.
Mustafa no sabía si preocuparse más o calmarse.

Mihrimah: ¿Cómo puede ser que esto me pasé?

Mustafa: No te aflijas demasiado.
Te curaras pronto.

Mihrimah: ¿No escuchaste a la doctora? ,dijo que podría ser contagioso.

Mustafa: Dormimos juntos así que si no me contangiaste hasta ahora.
No creo que suceda.

Mustafa llamó a Hürrem para que le haga compañía a su hija.
Porque él tenía que irse a trabajar.

Hürrem: ¿Doctora, qué es?

Doctora: Es una alergia a algo
Que comió.

Mihrimah: Yo comí lo mismo que Mustafa. ¿A él no debió sucederle
Lo mismo?

Doctora: Sultana...

En ese momento entró a los aposentos
La Sultana Mahidevran.

Mahidevran: Mihrimah, me enteré de que estás enferma.
Espero que te recuperes.

Mihrimah: Gracias, Sultana.

Hürrem: Tranquila, la doctora te prepara un loción.

Mustafa: Te dejo en buenas manos.
Nos vemos, Sultanas.

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Mustafa se retiró y Mihrimah quedó con su madre y suegra.
Al rato la doctora regresó con un doctor.

Mihrimah: ¿Y el señor?

Doctora: Él es experto en estas situaciones.

Doctor: Permítame revisarla, Sultana.

Mihrimah: Si.

Doctor: ¿Le duele mucho?

Mihrimah: Si, un poco.

Doctor: Le aplicare un enguento.
Así se calmara las heridas.

Mihrimah después del enguento
Sintió que su piel ya no le ardía.
Sentía que ya podía respirar mejor.

Le pagaron al los doctores y se fueron.
Después la Sultana decidió ir a pasear por el Palacio.

Fátima: Escuché que la Sultana Mihrimah está enferma.

Azra: Por Allah. Ojalá se cure.

Fátima: Si es grave. Quiero que se valla con Allah, así lograré que Mustafa se enamoré de mí  y me convierta en Sultana.

Azra: Si te escuchar decir eso,
Te matarán.

Fátima: ¿Y qué? ,es mi opinión.

Mihrimah se acercó a ellas y Azra
Se calló y la reverencio.
Fátima se dio vuelta con cara de
Asustada. Al darse cuenta de la Sultana agachó la cabeza y la reverencio.

Fátima: Sultana...

Mihrimah: Fátima, qué mis ojos no te vean y mis oídos no te escuchen.
Porque si vuelvo a escuchar una cosa así de mí juro que te mataré.

Fátima: Si, Sultana.