🥀♡Capítulo 2♡🥀

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En el gran templo de Caleb habían tres niveles. El más bajo era donde estaban los sacerdotes y creyentes, cada uno de ellos tenía un trabajo que hacer, como dar ofrendas, repartir bendiciones, talimanes, entre otras cosas. El segundo nivel era en donde estaban los que tenían magia divina, es decir, los que tenían el poder para curar cualquier enfermedad, pero no podían retrasar la muerte o la vejez. Y estaba el tercer nivel, en donde lideraba Caleb y se usaban los poderes divinos en torno a la astrología, el pasado, el presente y el futuro, aunque este último no funcionaba debido a que la diosa Omega no estaba en su comunicador.

Principalmente en el primer y segundo nivel, diferentes Alfas y Betas debían ayudar a la población a poder concebir hijos sin mucho dolor, pero eso no significaba que pudieran darles total calma a quienes recibían a los bebés.

Por ejemplo, cuando una pareja de un Alfa y Beta esperaban un bebé, normalmente tenían que pasar por distintas terapias y sesiones para evitar un posible aborto por parte de la madre, quienes eran las únicas que podían concebir en vez de los hombres Beta.

Y cuando llegaba el momento de dar a luz, los sacerdotes y los que podían hacer magia curativa debían usar todo su poder para calmar a las madres, ya que estas sufrían mucho en el parto, porque su cuerpo no estaba tan acostumbrado a ser usado como medio de proteger a un nuevo ser. Al final lograban sacar al bebé con éxito, aunque la madre tenía que quedarse en cama durante mucho tiempo por el gran esfuerzo que dieron en el parto.

Así era dar a luz hoy en día sin Omegas, por eso la población bajaba constantemente, y aunque existían parejas que deseaban concebir un hijo o hija, no querían hacer sufrir a sus parejas debido a ello, por lo que la mayoría dejaba ese sueño atrás.

Incluso en algunos escritos se decía que la diosa Omega y el dios Beta se llevaban muy bien en el pasado, pero como los Alfas no colaboraban ni los Betas tampoco en tratar mejor a los hijos de la Omega, ella se separo de su amigo y se negó a tratar de hablar con él o el dios Alfa otra vez, llevando así la profecía y eliminando a sus queridos hijos del mundo.

Muchos Alfas no podían pasar sus ciclos de celo con facilidad, los Betas eran sus únicos compañeros ahora, pero la mayoría no podían soportar la versatilidad y el tiempo de los Alfas, además de que sus ciclos de celo sin un Omega a su lado duraban mucho más. Los Betas empezaron a alejarse de los Alfas por estas razones, llegando incluso a despreciarse los unos a los otros por como no se ponían de acuerdo entre sus diferencias.

Los padres de Caleb al ver que su reino sufría muchísimo por el enfado de la diosa, le rogaron muchas veces para encontrar algún medio para equilibrar el celo de los Alfas aunque sea un poco. Afortunadamente, el dios Alfa escucho las plegarias y les dio una planta con un ingrediente secreto, el cual solo se mantenía resguardado en el templo, lo llamaron "Anticelo-A". Su función era simple, se tomaba una pequeña cantidad al momento del ciclo de los Alfas y estos se calmaban por unos 2 o 4 días, dependiendo de la fuerza mental, física y biológica del Alfa.

Y así vivieron durante años, el templo comerciaba el elixir con los otros reinos, y estos les daban recursos necesarios o de vital importancia para el templo.

Sin embargo, había uno que otro ladrón que trataba de robar aquella fórmula para su propio beneficio, pero nunca lo lograron ya que Caleb estaba alerta todo el tiempo en caso de que sus guardias descansarán o no se dieran cuenta.

Es por eso que el templo era el reino de Caleb era el amado de todos, ya que después del sacrificio que hicieron sus padres para encontrar un equilibrio en su reino y sociedad, la gente del reino colaboro mucho en los últimos años, aunque aún quedaban Betas resentidos por los tratos de los Alfas hacia ellos, pero lo demás estaba bien.

♤Nuestro Omega Rebelde♤ 《Omegaverse》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora