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Jeongin
Desde que soy pequeño he sido un cobarde, mi madre siempre me regañaba por ello, toda mi vida ha sido así. Cuando tenía 6 años, un chico desconocido se me acercó y según mi madre, me volví loco, grite como si mi vida dependiera de ello y me escondí detrás de mi madre usándola como escudo, palabras de ella, no mías.
Lo que si recuerdo es cuando tenía 14 años y un grupo de chicas se acercó a pedirme mi número y claro, como un humano razonable y para nada cobarde obviamente, salí corriendo.
Y ahora, con 17 años, huyó de mis sentimientos hacía Lee Minho, mi profesor de baile. Hace unas semanas, en una salida con los chicos comencé a sentirme celoso de Minho y Han, la forma en la que se abrazaban y se hablaban, me ponía los pelos de punta y no precisamente de buena manera.
Luego, cuando íbamos de camino a mi casa y tomo mi mano haciendo que mi corazón se aceleró tanto que llegue a pensar que iba a morir de un ataque al corazón, o cuando me miraba fijamente con esa extraña expresión en sus ojos la cual no podía descifrar y él luego simplemente me besaba las mejillas dejándome como idiota, pero simplemente no podía sentir cosas por él, Minho no correspondería a mis sentimientos y no me gustaría salir herido.
—Oye, pequeño —La voz de mi madre hizo que saliera de mi pequeña burbuja—. ¿Estás bien?
—Solo estoy pensando —Respondí simple, ella se acercó al sillón sentándose al otro extremo quedando frente a mi.
—¿En que piensas? —Cuestionó ella sin dejar de mirarme. Siempre he tenido buena relación con mi madre, pero, en estos momentos, sentía un poco de miedo al hablar sobre mis sentimientos, ya que nunca antes lo había echó pero sin embargo necesitaba hablar con alguien y nadie mejor que mi mejor amiga, mi madre.
—Es que... —Hice una pausa mirándola de reojo— Me gusta alguien mamá.
—Eso está bien bebé, no hay nada de malo en que te gusté alguien —Se acercó a mi tomando mi mano y jalándome suavemente haciendo que recostara mi cabeza en su regazo y acariciando mis cabellos haciendo que me relaje.
—Mami, la persona que me gusta es Minho, mi profesor de baile —Sus caricias en mi cabello se detuvieron y la casa quedó en tal silencio que solo nuestras respiraciones se escuchan y sin pode evitarlo, mis ojos se llenaron de lágrimas.
—Jeong... —Habló después de unos minutos que me parecieron eternos.
—Ya que se está mal mamá, y no se como, ni cuando, pero empecé a sentir cosas por Minho —Exclamé, mi voz era débil debido al llanto.
—Innie, enamorarse de en enamorarse, uno no controla de quien se enamora, simplemente pasa, bebé —Murmuro con voz dulce volviendo a acariciar mi cabello para tranquilizar mi llanto—. Y si, está muy mal eso de que salgas con alguien mayor, pero te apoyaría mi amor, siempre lo haría; puedes robar un banco y yo siempre te apoyaré.
—¿No estás enojada? —Hablé sorbiendo mi nariz.
—Claro que no mi amor, enojada estaré si no me cuentas el chisme de cuando te diste cuenta que te gusta el señor ese —Reí ante su comentario levantándome para mirarla con una sonrisa.
—¿todavía hay helado? —Ella sonrío y salió corriendo a la cocina en busca de nuestro helado favorito mientras yo iba por mantas y nuestras películas favoritas.
Y así nos pasamos la noche, comiendo helado de chocolate mientras le contaba respectó a Minho y en la tele se producía Barbie.
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Ola
¿Qué tal les pareció? Quería plasmar la relación de Jeongin y su madre pero no se si logre hacerlo bien ¿lo hice bien?
