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Jeongin
Desde que soy pequeño, hay tres cosas que siempre he odiado con todo mi ser:
1- Los gritos, debido a cómo mi padre era con mi madre y conmigo.
2- Las personas que le gustan humillar a los demás solo para hacerse notar.
3- Las personas infieles.
Pero claro, desde que Minho apareció en mi vida, todos esos pensamientos se fueron por la borda. Últimamente sus malos tratos han aumentado pero lo más raro esa su constante rechazo hacia mi a la hora de querer tener intimidad, nuestra relación se basaba en discutir, él me humillaba delante de los demás, me ignoraba por una semana y luego volvía como si nada.
Y bueno, como era de costumbre nos encontrábamos discutiendo en su departamento.
—Pero mierda Jeongin te dije que no —Grito Minho mirándome furioso.
—Es solo una estupida cena con mi familia —Le grite de vuelta, seguro los pobres vecinos han de estar cansados de escucharnos gritar todos los santos días.
—Maldita sea contigo Jeongin, que no puedo —Se levanto del sillón caminando hasta la cocina conmigo detrás. Mi familia materna organizará una fiesta para celebrar la graduación de unos de mis primos, mi madre me pidió que invitara a Minho pero este imbecil no quiere sabes sabrá Dios porque.
—¿Porqué no puedes? ¿Qué mierda es más importante que yo, Lee Minho?
—Me tengo que ver con alguien, ya te dije antes —Me acerqué a él tomándolo de la muñeca al ver que quería dejarme hablando solo.
—¿Y ese maldita alguien quien es?¿Me estas engañando?
—Si, quiero salir de ti de una vez por todas, eres un maldito llorón que me tiene cansado —Mi corazoncito se estrujo ante aquellas palabras entendiendo su actitud estos últimos días.
—¿Quieres terminar conmigo? —Mi voz se quebró a mitad de la pregunta.
—Si —Sentí mi mundo derrumbarse ante aquella respuesta y lo tranquilo que se veía después de aquello.
—Min, Min por favor, podemos arreglar esto, puedo cambiar, tu solo dime que hice mal Min pero no me dejes —Le rogué perdiendo-si es que tenía-la poca dignidad que tenía. Me acerqué a él apresuradamente tomando su camisa entre mis puños aferrándome a él.
—No quiero estar contigo, deja de joder y vete a tu casa —Dijo tan indiferente a lo que decía como si no le importase que me esté rompiendo el corazón en mil pedazos.
—Por favor Min, no me dejes, solo dime que hice mal y lo arreglaré, soy tu pequeño Min —Las lágrimas en mis ojos impidieron que pueda ver con claridad cuando tomó mis manos y me arrojó al piso haciendo que golpeara mi espalda con el duro suelo y mis brazos se rasparán.
—Vete Yang Jeongin, espero que cuando baje no estés más aquí —Sin importarle mi estado subió las escaleras que daban a su habitación dejándome destrozado en el suelo.
Abrace mis rodillas llorando desconsoladamente hasta que mi garganta doliera a mas no poder dejando claro que mañana no podría hablar del todo bien.
Espere, espere unos 30 minutos esperando que bajara y me pidiera disculpas, aunque sean falsas pero lo espere tanto que mi trasero dolió al estar tanto tiempo sentado.
Me levante del suelo tomando mis cosas para marcharme de su departamento, mi espalda dolía debido al golpe y los raspones en mis codos ardían, pero lo que más me dolía era el corazón, estaba hecho añicos, estaba destrozado, no podía estar sin Minho, necesitaba a Minho conmigo.
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Podré innie, te amo chiquito ven que yo si te valoro
