Seventeen; Minjeong

Seis;

Jeongin

Desde hace un mes, Minho y yo estamos teniendo citas, nos besamos, nos abrazamos y debo confesar que nunca fui tan feliz en tanto tiempo, era como si estuviera soñando todo esto, hoy sábado como ya era costumbre Minho me pasaría a recoger para ir a comer solo nosotros dos.

Mire mi reflejo a gusto con lo que llevaba puesto aquel día, acomodé mi camisa azul cielo y peiné mi pelo ondulado. En el sillón de mi sala se encontraban mi madre y Minho hablando sobre sabra dios que cosa, seguramente criticando, sus pasatiempo favoritos.

—¿A quien critican? —Dije sentándome entre ellos, reí al ver sus caras con falsa indignación.

— Que mala imagen tienes sobre tu madre, pero Minho si estaba criticando a Hyunjin —Acusó mi madre apuntando a Minho quien lo miró ofendido.

—Oiga señora, usted fue que dijo que él y Han hacían bonita pareja —Reí al escuchar la voz aguda de Minho.

—¿Irán a ver a Han al hospital? —Pregunto mi madre, cuando conoció a los chicos creo un lazo muy bonito con todos, especialmente con Han, quien padecía de lupus y recientemente había sido internado en el hospital  debido a que sus riñones no funcionaban bien.

A pesar de que no esté en su mejor momento, Han siempre estará sonriendo y dando lo mejor de él y eso es lo que mas admira mi madre, su fortaleza.

—Si mami, le llevaremos algo de ropa —Respondí levantándome de mi asiento junto a Minho.

—Oh , genial —Salió disparada escaleras arriba para luego volver con un suéter que ella misma tejió a mano días atrás—. Mira, me dices que se lo ponga, en el hospital hace mucho frío, lo hice de su color favorito y le puse sus iniciales —Sonreí al verla tan feliz y preocupada por Jisung, quien últimamente se ha convertido en mi mejor amigo.

Me despedí de ella y tome de la mano a Minho para salir en dirección a su auto y dedicarme a ser el copiloto más lindo que él podrá tener, como debe de ser.

(...)

Unas cuantas horas habían pasado y nos encontrábamos en un pequeño puesto de comida luego de visitar a Jisung, quien nos dio la noticia que pronto sería dado de alta.

A pesar de que no era la primera vez que Minho y yo teníamos una cita me encontraba nervioso, su presencia me pone nervioso, y más cuando tenía su mano apoyada en mi muslo mientras comía despreocupadamente sus papas fritas mientras yo me estaba literalmente muriendo en mi lugar.

—Jeong —Su voz me saco de mis pensamientos mirándolo esperando que prosiguiera.

—¿Qué pasa, Min? —Hablé al notar su silencio.

—Me gustas mucho —Su confesión tan repentina hizo que me ahogara con el refresco que acababa de beber—. ¿Yo también te gusto? —Mis mejillas se calentaron tanto que podías freír un huevo allí, sin embargo, asentí apenado—. Quiero que lo digas, pequeño.

—Si... —Susurre tan bajito que dude que él me allá escuchado pero aquel pensamiento fue borrado cuando sentí sus labios en mi boca dejando un leve beso que no me dejo corresponderle.

—Innie...

—¿Si? —Sus manos fueron a mis mejillas acercándome tanto que sentía su respiración chocar en mi piel.

—¿Quieres ser mi novio? —Sin poder evitarlo una gran sonrisa se plasmó en mi rostro para luego besarlo de manera suave.

—Claro que si Min —Su hermosa sonrisa adorno su rostro para luego besarme un tanto desesperado, como si hubiese estado esperando por este todo el día.

—Pero necesito pedirte algo pequeño —Asentí sonriente mirándolo fijamente—. Tienes que prometerme, que no le dirás a nadie sobre lo nuestro —La sonrisa que antes adornaba mi rostro fue sustituida por una mueca de tristeza.

—¿Porqué? —Pregunté, mis ojos comenzaron a picar advirtiéndome de las lágrimas, no me juzguen, tengo corazón de pollo—. ¿te avergüenzo?

—No,no, no innie, claro que no —Exclamó entrelazando nuestras manos acomodándose en su asiento—. No me avergüenzas pequeño, pero, no se ve bien que alguien mayor como yo ande con un adolescente, aunque desde mi punto de vista, eres muy maduro para tu edad, seguro me comprendes ¿Verdad, pequeño?

—Claro que si Min, te entiendo —Sonreí forzadamente convencido me de que él tenía razón.

—Por eso me gustas tanto, pequeño.

Quizás nuestra relación iba a ser un secreto, quizás no podía gritarle al mundo que eres mi novio pero lo eres, Lee Minho es mi novio.

La típica frase de todo rapa su madre.

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