۵ Bécquer nos relata poemas de amor

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Amparas mi desamparo

abrazando los vestigios

de mi corazón apenado.


Ralentizas así el deterioro

de unas arterias que se han rendido,

y de un cerebro ya sin suministros.


Sin sol, sin paz,

sin la melodía

de tu voz contra la mía,

sin amor, sin alegría,

sin tu ternura al decir "adiós".


Quizá no ternura,

quizá decepción.


Gritas, rompes, lloras, oyes, sacas,

esperas, te hartas y todo explota.


El mundo tan suyo (y sucio)

y

nosotros tan nuestros (y hasta muertos).


Anochece en la calle "Santa Eulalia",

pero anochece aún más

en mis ojos marrón podrido,

marrón

veneno,

marrón fétido y gruñón.

Un marrón que en el fondo,

desearías no haber añorado.


Son las 22:22.

Las luces de las farolas tropiezan,

mientras, pido auxilio por ellos,

pues ninguna luna, ninguna estrella,

ni ningún cielo los cuidará;

están ocupados susurrandonos

poemas de Bécquer.

Mi forma de (no) vivir nunca me deja(rá) dormirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora