¿Te sientes culpable al mirar
los restos de su sangre?
¿Pasaste las noches en vela
para no ver la verdad?
¿Diste tantos golpes en la mesa
porque no sabías qué hacer con ella?
Me siento culpable al ver
las cicatrices queloides en mi piel.
Pasé las noches llorando mares,
como si fueran a ahogarse los dolores.
Di tantos golpes en mi cabeza
porque no sabía qué hacer con ella.
¿No entraste nunca en la cama
para no sentir la pena en su alma?
¿Solo besaste su frente y mejillas
por miedo a notar sus heridas?
¿Asomabas tu sonrisa por la puerta
para que supiese que estabas cerca?
No salí nunca de la cama
para enredar aún más el dolor en mi alma.
No besé sus vergonzosos labios
para no asustarlos, espantarlos.
Sabía que estabas al lado,
pero no te notaba a mi lado.
¿No contestas a sus mensajes
porque no sabes qué mandarle?
¿Evitas las conversaciones duras
por temor a que se apague la luna?
¿Alguna vez creíste que se mataría,
o solo creíste que por amor mentiría?
Me costó mandarle cada mensaje
en los que intentaba desenredarme,
quise susurrar las palabras incómodas
para que no fingieras ser una momia.
Siempre creí que me mataría por la noche,
pero me quedé para escribirte canciones.
ESTÁS LEYENDO
Mi forma de (no) vivir nunca me deja(rá) dormir
Poetryun poemario lleno de tristezas, melancolías, dolores, sufrimientos, amores y polvo de hadas. *tw* (sin acabar)
