, Tren de pieles mal hechas

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y qué habrá sido de mi esencia,

de lo que creía que era,

de las canciones que sentía

como si fueran mías...

De la ropa que vestía

como si estuviera hecha a medida,

para mí y lo que debía ser mi esencia.


Por eso me pone triste entrar en tiendas

y notar como todo descarrila sobre mi cuerpo

no sé si el problema es mío, o de la piel que habito,

que venenosa me invade como una hiedra y

ya no puedo lucir, sentir. Todo en mí está muerto.


Así que dime que soy guapa, dime

que soy bonita vaya en chándal o de gala,

aunque huela a estar por casa o a exóticas fragancias,

que soy preciosa incluso si mi sonrisa no asoma.

Dime que soy perfecta para ti, y

que despiertas pensando en mí.


Es que ya no me siento yo, no me siento estrella,

y necesito de tu ayuda para saber si soy o no ella,

o si solo soy una versión de mí, caducada y enferma,

seguramente, en ese espejo estoy tan disociada

que no me dolerá ni al pellizcarme la cara.

Mi forma de (no) vivir nunca me deja(rá) dormirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora