Qué solo se siente este corazón,
este fondo de un cuerpo
embarrado; sufrimiento de colección,
se merece yacer muerto,
tan solo por piedad.
Casi todo está agotado,
más vale no errar, que errar,
en este terrorífico caso.
Mejor terminar cuanto antes,
antes que terminar mucho peor.
No importa cuánto ames,
el pecho sentirá siempre ese ardor.
Y desde cada mañana y amanecer,
suplicará hasta la saciedad
abrir los ojos por última vez.
Plegarias por doquier en pena y soledad
que nadie querrá escuchar,
porque qué solo está este corazón,
qué estropeado, ya no sabe amar,
qué viejo, antigüedad de exhibición.
ESTÁS LEYENDO
Mi forma de (no) vivir nunca me deja(rá) dormir
Poesíaun poemario lleno de tristezas, melancolías, dolores, sufrimientos, amores y polvo de hadas. *tw* (sin acabar)