Loco de pasión - Guapoduo

Capítulo 6★

—Si fueras de mi familia lo entenderías —Roier miró a Cellbit, que no parecía tener intenciones de apartarse de su coche.

Señaló su camisa—. Tengo que irme antes de que me enfríe.

Cellbit rió.
—Afortunadamente, los alfas sabemos cómo hacer entrar en calor a los omegas.

—Algunos, tal vez.

—Esa es la cuestión. Algunos van a ser mejor que otros para ti.

Roier hizo una mueca de pesar.
—Eso es cierto.

Cellbit palmeó las manos animadamente.
—¿Por qué no quedamos mañana por la tarde para organizar uma estrategia?

—¿Sobre qué? —en aquellos momentos Roier no quería saber nada de alfas.

—Es evidente que hay que mejorar algunas cosas, aparte de tu ropa interior y tu rechazo por los tipos llamados Peter.

El pelo de Roier empezó a erizarse.
—¿Qué más tienes pensado? —espetó.

—Algunas cosas sobre las que he tomado nota.

Roier abrió la puerta del coche.
—¡De acuerdo, lo que tú digas! Nos vemos mañana a las una. No, espera, mañana no— no quería ver a nadie al día siguiente. Quería lamerse las heridas a solas. Aunque no sabía por qué. Gracias a su padre, ya era la comidilla del pueblo.

—Te sigo a casa.

Roier miró a Cellbit, asombrado.
—¿Para qué?

—Para asegurarme de que llegues a salvo.

—No te tomes esto de ayudarme demasiado en serio, ¿de acuerdo, Cellbo? Ya soy mayorcito y soy capaz de manejarme en cualquier situación.

Cellbit rió.
—Ya lo he notado esta noche. Has sido suave y delicado como un caramelo.

Roier alzó las manos.
—De acuerdo, de acuerdo. Necesito trabajar en mi técnica.

—Y en tu actitud.

Roier apoyó las manos en las caderas.
—No hay nada de malo en mi actitud —Roier quería pegarle—. Si me
preguntas...

—Lo primero es lo primero. Tenemos que trabajar en tu vestuario. Acaban de abrir una tienda en el centro.

Roier frunció el ceño.
—¿Qué clase de tienda? ¿Gucci? ¿Tania's? Yo no suelo comprar ahí mi ropa. Preferiría...

—No, esta vende... —Cellbit señaló su cuerpo— ... prendas adecuadas para poner en marcha el motor de un hombre...alfa. Tengo un catálogo en casa.

—¿Estás hablando de un catálogo de lencería?

—Tenemos que empezar por algún sitio.

Roier entró en el coche.
—¿Y qué tal mi técnica de baile? También has hecho algún comentario al respecto.

—El baterista no estaba interesado en tu técnica de baile. Estaba más
interesado en tu ropa interior y en lo que había debajo.

Roier sonrió.
—Sí, lo sé —por unos momentos con Fit se había sentido la persona más
deseable del mundo.

Cellbit sacó el cuadernillo de su bolsillo y anotó algo.
—Entonces quedamos el lunes, ¿de acuerdo?

—No estoy listo para esto, Cellbit.

—Claro que lo estás. Descansa mañana, porque el lunes vamos a estar realmente ocupados planeando las próximas semanas.

Roier suspiró.
—De acuerdo, Cellbit, pero recuerda que tú eres la otra parte de este trato. Yo tengo que encontrarte una pareja con la que puedas vivir.