my turn

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Roier comenzó quitándose su camiseta, observando cómo su querido esposo despojaba al pato de su ropa, miraba con odio como lo tocaba, pero a su vez con un toque de tentación.

El hecho de poseer a Quackity y tenerlo bajo a su merced ya era algo extremadamente placentero para Roier, y tal vez no me desagradaba tanto la idea de tenerlo rogando junto a otra persona, quien curiosamente era su esposo.

Y tal vez podría compartirlo por esta vez, pero sería difícil ver que volviera a suceder, o bueno, quien sabe.

— El pato está listo.— Cellbit acarició la mejilla de Quackity.

— Pensé que me detestabas.— susurro Quackity mientras sonreía.

— Lo hago.— levantó las cejas.— Por eso me gustas.

Roier rodó los ojos y aparto a Cellbit de ahí, tomo a Quackity con fuerza y junto sus labios en un necesitado beso, Quackity comenzó a seguirle el paso mientras se iba hacia atrás hasta quedar acostado en la cama, Roier quedando encima de él.

— Tanta prisa tienes guapito?—dijo con burla.— Se te ve un culote desde aquí?

— Que lastima que no soy pasivo.— se separo de Quackity y Cellbit se acercó por la espalda del castaño.

— Esto no decías en la cama.— susurro en su oído.

Roier lo fulminó con odio.— Fue una vez.

Cellbit rio y lo tomo por la nuca, comenzando un beso con el, Quackity observando el espectáculo, comenzó a bajar el bóxer de ambos hombres, quedando los tres desnudos.

Roier y Cellbit se separaron y miraron fijamente al Quackity quien se encontraba en la cama. El pelinegro solo observaba como dos hombres desnudos estaban de pie frente a él, " verga " pensó.

Roier tomo a Quackity de los pies, jalándolo hasta la orilla de la cama.— Arrodíllate.— ordenó.

Quackity acato las órdenes, arrodillándose frente ambos hombres, y mirando hacia arriba introdujo el miembro de Roier en su boca, mientras que con la otra mano comenzaba a masturbar el de Cellbit.

Ambos hombres observaban la facilidad que tenía el pelinegro en pasar de un falo a otro, y la capacidad de su garganta de aguantarlo.

— Eres un experto.— dijo Cellbit entre murmullos, mientras sentía la lengua del mexicano enrollarse en su miembro.

— Su boquita es mágica.— respondió Roier.

Quackity gimió en respuesta, haciendo una vibración causando que Cellbit soltara un gruñido suave.

— Si sigue así me voy a correr en su boca.— Cellbit lo tomo con ambas manos por la mandíbula y empezó a cojer su boca con rapidez.

— Hazlo, deja lo preparo. — Roier separo a Quackity un poco de Cellbit y lo subió sobre la cama, poniéndolo en cuatro. — Estas listo corazón?

Quackity asintió con la cabeza y abrió la boca, donde Roier metió dos dedos y dejo que los lubricara con su lengua, después, los comenzó a introducir por la cavidad del pelinegro, causando que este soltara un gemido agudo.

Roier comenzó a mover sus dedos con rapidez, mientras que Cellbit callaba los gemidos del pato con su miembro, era la escena más erotica y explícita que jamás habían visto.

Los gemidos del mexicano resonaban en la habitación, una mezcla de jadeos y murmullos eran escuchados.

Después de un rato de prepararlo, Roier se puso del otro lado de la cama, levando la cadera del mexicano y lo penetró de una estocada.

apoco si? / spiderduck⁺¹⁸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora