III

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-¿No es increíble?

Murray escuchó las palabras de su esposa sin querer opinar, todo ese tema ya había sido discutido antes Esther siempre hablo de la boda de su hija menor como si fuera un negocio a pesar de que el hombre no estaba de acuerdo, él quería que su hija encontrara el amor con la persona correcta y que su matrimonio se construyera a raíz de ese amor, no quería que viviera lo mismo que él vivió con su esposa que fue un matrimonio arreglado sin amor.

–Oh, por favor, Murray cambia esa cara-dijo fastidiada

-¿Qué cara quieres que tenga? sabes que siempre estuve renuente a que Enid se casará sin amor.

-Por culpa tuya esa niña tiene esas ideas sobre amor y encontrar a la persona ideal-el rey le lanzó una mirada molesta-eso solo pasa en los cuentos de hadas, el verdadero amor no existe y será mejor que me ayudes a que Enid no cambie de opinión.

Esther se marchó dejándolo soló, entre todas las personas en ese lugar sus ojos se clavaron en una pareja en especial, Homero y Morticia Addams derrochaban amor por donde sea que pasaran, eran los amantes más admirables de todo el reino; puesto que el amor que Homero le profesaba a su amada no se veía en nadie, los rumores decían que el mismísimo Eros los flecho con un amor eterno. Quizás el rey de una nación si podía envidiar algo y eso era el amor que su mejor amigo compartía con su esposa, la pareja perfecta.

-Padre, tenemos un problema-anunció uno de sus hijos, Lincoln.

Quien viera a Lincoln Sinclair sabría que es hijo de Murray, los mismos ojos azules, cabello rubio, piel bronceada, labios finos y carismático era el único que se parecía a su hermana menor y padre, pues sus dos hermanos mayores eran muy diferentes no solo físicamente sino emocionalmente. El mayor Decker quien sería el próximo rey era de cabellera oscura, ojos avellana y piel morena, después seguía Mark cabellera castaña, ojos marrones y piel clara. Lo único que compartían Decker y Mark era su carácter malhumorado y ambicioso.

-¿Que clase de problema?-pregunto

-Al parecer atraparon a un pirata tratando de entrar-Murray se estremeció ante la palabra pirata, tenia aun malos recuerdos de esa noche-el capitán Markus lo tiene prisionero en las mazmorras

-Murray, es hora del brindis-llegó Esther con su copa en mano

-Ahora no mujer, tengo cosas que atender.

-¿Qué es más importante que el compromiso de tu hija?-recrimino

-Un pirata ha tratado de entrar al palacio. Vamos Lincoln-la dejaron con la palabra en la boca

-Madre ¿todo está bien?-Decker pregunto

-No, averigua todo del pirata que trató de entrar al palacio.

-¿Un pirata ha tratado de entrar..? ¡Auch!-se sobo el golpe de la cabeza

-No hagas preguntas obvias, ve, tu padre y hermano se han ido a las mazmorras.

+

Si Larissa la viera en estos momentos estaría super enojada con ella, cómo era posible que la hubieran atrapado así de fácil. Eso era indiscutible a la gran Black Storm era imparable, nadie podía con ella y era por eso que era respetada en los mares y ahora resulta que fue atrapada por un guardia escabulléndose como niñata por los pasillos de un palacio.

Las voces que se acercaban la sacaron de sus pensamientos alertándola, en un vano intento quiso envainar su espada dándose cuenta que no la traía con ella, se lamentó, últimamente estaba más distraída de lo normal y eso no era común en ella.

Aguas Dulces (Wenclair G!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora