꒰ Onceavo día ꒱

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─ ¿Me cuentas un cuento? pofavo papá. ─ Sunoo halo la manga de Jay, después de que este le diera un beso en su frente y pensara en retirarse. El pálido se le quedó viendo y suspiró resignado a su tierno hijo.

─ ¿Un cuento? mmm... veamos. ─ Jay pensó un poco. ─ ¡Ya sé!

Se volvió a sentar a un lado de Jay. ─ Es un cuento sobre príncipes, y un reino muy muy lejano.

El castaño sonrió.

─ Vivía un rey muy gruñón. ─ Sun le prestó atención. ─ El reino se encontraba en un bosque, pero en aquél bosque no existía nada, el principe se encontraba sólo...

─ ¿Sholo? poblechito. ─ cerró sus ojitos en forma de comprensión.

─ Los animales se habían ido ya que estos encontraron otro dueño... el rey se enfureció, mas sin embargo comprendió que su amargura los alejaba, así que trató de cambiar. ─ se recargó en el respaldo de la cama.

─ ¿Losh animalitos tamben? oh...

─ Sí. Conforme los meses pasaban, el rey se dió cuenta que algo faltaba en su gran castillo... — rió. ─ Él ya estaba viejito

─ ¡Wow! ¡Que gueno!

─ Así que salió de su castillo y emprendió una busqueda por bosques encantados, ríos y mares, hasta llegar hacía un pueblo... era un lugar muy colorido y había dragones... así que, el rey feliz de haber encontrado por fin algo, empieza a socializar con las personas, algunas desconfían de él y... ─ su sonrisa desapareció. ─ Otras lo ignoraban, el rey muchas veces cayó en batalla, mas sin embargo era como un balancín, un sube y baja, en si...

─ ¿Le eshos jueguito lel paque? ─ Preguntó el niño.

Jay asintió. ─ Sí, pero tú sabes que tienes que jugar con otra persona, ¿No? ─ Sunoo asintió. ─ Bueno, el rey no tenía con quién hacerlo, y su vida dependía de su otra mitad, la parte que le ayudaría a levantarse del suelo e ir alto...

─ ¡Yo lo puelo ayular! ─ soltó un pequeño chillido. El pelirrubio solo le dió un pequeño beso en la frente.

“Lo hiciste”...

─ Y lo encontró, pero tuvo que pasar por muchas cosas... primero una guerra, luego otra, tuvo que esperar la aceptación, mas sin embargo llegó ese día y encontró a la persona más hermosa sobre la faz de la tierra... tenía sus pómulos i y lindos, sus ojos enamoraban y su corazón era muy grande, tanto que podría caber mucho pero mucho amor... ─ soltó un suspiro enamorado, Jay no era así, mas sin embargo se estaba poniendo un poco cursi con el cuento.

─ Mami Won es tomo él, ¿Celto? ─ sus ojitos brillaron. ─ Él tene unos tachetitos así. ─ estiró sus mofletes y los apretó. ─ ¡Tan monitos!

─ Sí, así como Jungwon... ─ siguió. ─ El rey se enamoró perdidamente de él, y los dos se encontraron, y aquellas mitades habían puesto el balancín en un lugar donde el universo no podría conspirar contra ellos, uno donde su gravedad los mantenía en un estado neutro donde yacía amor y paz... y solo así pudieron encontrar lo que ambos querían y poco después, la madre luna les regaló el más hermoso obsequio de su amor; un bebé. El cuál era la prueba de que ellos dos se amaban y se amarian.

Sunoo tenía sus ojos cada vez más cerrados del sueño. Jay miró con ternura y le obsequió otro beso en su frente, para retirarse del lugar.

꒰   ♡︎   ꒱

Al entrar a su habitación, se ducho y se puso una pijama de decorados de gatitos. Se sentó en la cama y miro su celular, viendo las nuevas fotos que Jungwon había subido a su instagram del tour con Taemin. Jay sintió celos al ver la foto del rubio abrazando al alfa, mas sin embargo se sintió una vez más orgulloso de tener un omega tan valiente. Sin dudarlo, Jungwon era su otra mitad.

“El universo no puedo simplemente conspirar contra nosotros, eres mi penicilina, mi balancín, mi otra mitad”

Papá Park  ୨୧  jaywonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora