Capítulo 1

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Raúl era uno de los voluntarios en la fiesta del centro juvenil de su pueblo, su labor sería preparar las actividades para los jóvenes de entre 10 y 20 años y además de eso, debería poner la música y dar el discurso que tanto le habían pedido.

Los jóvenes comenzaban a entrar a la plaza en la que se celebraría el evento. En el evento se llevarían a cabo una gran variedad de actividades de ocio y concursos. La música empezaba a resonar a lo largo y ancho del recinto mientras muchos disfrutaban del sonido de ésta. Raúl siempre había adorado escuchar y componer la música, cuando lo hacía todo lo que había a su alrededor parecía sacado de un videoclip y eso le resultaba alucinante.

La primera ronda comenzaba, la finalidad de este juego era comer el mayor número posible de perritos calientes en un total de 15 minutos. Los participa antes se sentaban tras una mesa alargada y los 10 tenían ante ellos un plato con 50 perritos para cada uno. Raúl presionó el botón del cronómetro y tocó el silbato que daba comienzo al juego, los participantes comenzaron a tragar perritos, uno detrás de otro, sin descanso. Al cabo de tres minutos el juego había llegado a su fin con la victoria de Gabriel, un chico de 17 años que había comido 45 perritos calientes durante el transcurso del juego.

-Es para mí un placer dar la enhorabuena a Gabriel por haber ganado el concurso principal del evento. Queremos informarle sobre la invitación que ponemos a su disposición para la fiesta de esta noche a la que acudirán una gran variedad de artistas y personajes públicos.

El público aplaudió para luego seguir dirigiendo su atención hacia el comienzo de otros juegos, muchos voluntarios actuarían de monitores mientras Raúl seguía con sus demás tareas. Un chico de no mucho más de diez años se acercó hasta él y se quedó observando lo que hacía sin decir ni una sola palabra. Raúl, desconcertado por la actitud del chico decidió comenzar una conversación con él.

-Hey, ¿qué tal chaval?

-Bien... Me preguntaba cuánto tiempo te ha tomado ser quien eres.

-¿Una persona?

-No, bueno sí... Pero una persona coherente, inteligente y que le gusta a todo el mundo.

Raúl dejó lo que estaba haciendo para poder hablar tranquilamente con el chico. Le gustaba atender a la gente joven que se preocupaba por lo que ocurría, tal y como él hacía.

-Que todos te hagan creer que les gustas no significa que realmente les gustes, amigo. Una parte de eso a lo que llamas inteligencia es saber leer entre líneas y averiguar quién es quien dice ser.

-¿Eso quiere decir que todos mienten?

-Eso quiere decir que debes buscar tú sólo las respuestas que necesitas para aclarar tus dudas, yo de pequeño era exactamente como tú y poco a poco he ido mejorando mis capacidades.

-Pero... ¿por qué eres voluntario si tienes tanto dinero?

-Porque la riqueza, no es tan sólo aquello que tienes... Sino lo que das. Y muy poca gente comprende eso.

Tras estas palabras siguió con lo suyo satisfecho de haber dejado pensando a aquel chaval. Que gente tan joven le preguntara ese tipo de cosas le hacía seguir creyendo en la humanidad. Las cajas que debía llevar hasta la parte trasera del escenario ya estaban sobre la carretilla, le había tomado un tiempo apilarlas todas pero ya casi había terminado con su último trabajo antes del discurso. Las llevó hasta donde había previsto y luego corrió a arreglarse para estar un poco más presentable, aunque claro, su discurso comenzaría en unos minutos y él aún estaba preparándose.

Salió de la habitación que le habían preparado y se apresuró por llegar lo antes posible hasta la plaza. Cuando lo hizo ya todos los presentes estaban rodeando el pequeño escenario que habían preparado para el discurso y la entrega de premios del evento. Rodeó a la multitud y se situó junto a las escaleras del escenario, a su lado se encontraba un grupo de adolescentes de unos 17 años que charlaban sobre chicas. Decidió prestar un poco de atención sin que se notara demasiado y comenzó a escuchar una serie de barbaridades que le dejaron congelado. Uno de los chicos estaba comentando lo que le había ocurrido el fin de semana y comentó que había intentado estar con una chica pero que ésta no quería y tuvo que forzarla, sus amigos se rieron ante la gracia de su compañero pero todo se complicó cuando uno de los chicos preguntó el nombre de la chica. Una oleada de puñetazos y cachetones comenzó tras aparecer un joven de 18 años más o menos junto a una chica de la edad de los chavales. El joven cuestionó algo a la chica y ella asustadiza señaló al chico que estaba burlándose de lo que había hecho el fin de semana.

Rodrigo, así se llamaba el joven que acababa de aparecer, comenzó a pegar al chaval. Supongo que tendría algo en común con la chica y por eso estaba defendiéndola. Pero aunque lo que hubieran hecho estuviera mal no podía dejar que siguieran peleando o sino pronto acabarían matándose. Aparté a la chica y me quité la chaqueta, me acerqué a ellos y los separé. Rodrigo seguía intentando pegarle al otro chico pero el menor de ellos ya estaba agotado y dejaba que le pegara.

-¡Quietos! ¿Qué está pasando aquí?

-¡Voy a matarlo!¡Maldito poco hombre! ¡No te acerques a mi hermana! ¿Me oyes? Si te veo respirar, mirar o siquiera pensar en su dirección volveré, y te romperé uno a uno todos los huesos del cuerpo -Tras decir esas palabras se soltó de mi agarre y se acercó al chico para pegarle un último puñetazo que le dejó sangrando la nariz.

-Ayuda...

-No tendrías que pedirla si no hubieras hecho nada de lo que hiciste. ¿Cómo se te ocurre forzar a una chica? Y encima luego lo vas divulgando.

Corrí detrás de Rodrigo, necesitaba averiguar qué era lo que había pasado y acorde con la situación pondría una demanda. No soportaba las violaciones y mucho menos a los que las divulgaban. Me acerqué a él y le toqué el hombro, se giró violentamente y luego alivio su gesto. Caminamos hablando sobre lo ocurrido durante una media hora y decidimos hacer todo lo posible por meterle una buena a aquel chico. No les conocía de nada a ninguno pero supe que tenía que hacer algo, al fin y al cabo eran los jóvenes de mi asociación y algo grave había ocurrido.

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Hola, espero que les guste el comienzo de esta nueva historia. No comiencen a creer que va a enamorarse de la chica porque no, eso ocurrirá después o no... Quien sabe.

Disfruten de la historia y si alguien puede ayudarme a hacer una portada sería genial.

Muchos besos

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