¡¿Reencarne en Dudley Dursley!?

04 ¦ 𝐇𝐎𝐆𝐖𝐀𝐑𝐓𝐒

CAPÍTULO CUATRO
↳ ❝HOGWARTS❞

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LOS OJOS DE DUDLEY DURSLEY BRILLARON DE LA EMOCIÓN, SUS OJOS ACUOSOS OBSERVABAN CON FASCINACIÓN EL IMPONENTE CASTILLO. UNA sonrisa brillante adornaba su rostro rosado.

-¡Ly, mira! ¡Es increíble!-Exclamó Venus con fascinación, su cabellera azabache cambió de color a un amarillo brillante.

Los que estaban cerca de Venus soltaron un jadeó sorprendidos, impresionados por el repentino cambio de color de su cabello. Géminis observó a su hermana con una pequeña sonrisa y, al igual que ella, tenía un rostro fascinado por la vista.

Dudley inevitablemente sonrió, ver a ambas hermanas hacia que un sentimiento de nostalgia lo invadirá por completo, verlas la hacia recordar vagamente a Elena, su pequeña hermana menor.

»Elena, mi pequeña, estoy segura de que ya estás muy grande e irreconocible...« Pensó Dudley, una sensación de tristeza se apoderó de él, rápidamente negó con su cabeza para dispersar aquellos pensamientos.

Dudley levantó la mirada encontrándose con una flota de botecitos alineados en el agua, al lado de la orilla.

-¡No más de cuatro por bote!-Gritó Hagrid.

Venus toma la mano de su hermana y la de Dudley y los jaló directo hacia un bote, el rubio y la pelinegra más alta compartieron miradas divertidos, Venus tenía más fuerza de la que aparentaba.

Dudley se subió primero y después ayudo a subirse al botes a las mellizas, ambas le agradecieron al rubio por haberles ayudado a subir. A las órdenes de Hagrid, la pequeña flota de botes se movió al mismo tiempo, deslizandose por el lago, que era tan liso como el cristal.

Venus se sostenía del bote mientras su mano se deslizaba dentro del agua, sintiendo la temperatura de esta, Géminis la sostenía de la túnica para prevenir una desgracia y Dudley observaba con ojos brillantes sus alrededores, como un niño pequeño inspeccionando un juguete nuevo.

Dentro de poco tiempo llegamos al otro extremo de la orilla, justo donde estaba el principio del castillo.

-¡Eh, tu! ¿Es este tu sapo?-Gritó Hagrid mientras vigilaba los botes y la gente que bajaba de ellos.

Dudley nuevamente ayudo a las mellizas, está vez, a bajar del bote. Los tres observaban el castillo, ahora, más cerca, con una sonrisa en su rostro.

-¡Trevor!-Gritó Neville, muy contento, extendiéndo para atrapar a su sapo.

Hagrid los guío por un pasadizo de roca, saliendo finalmente a un césped suave y húmedo, a la sombra del castillo.

-¿Estáis todos aquí? ¿Tu, todavía tienes tu sapo?-Exclamaba Hagrid a todo pulmón.

Después de aquello, Hagrid, levantó su puño y llamo tres veces al gran portal de Hogwarts. La puerta se abrió inmediatamente.

Ante nosotros, una bruja de avanzada edad, con severo rostro lleno de sabiduría. Las mellizas tuvieron la impresión de que era mejor no meterse con ella.

-Los de primer año, Profesora Mcgonagall-Presentó Hagrid con una muestra de respeto hacia ella.

-Muchas gracias, Hagrid. A partir de aquí os conduzco yo-Dijo la mujer, quién tenía un tono severo parecido al de Hermione.

La mujer de avanzada edad abrió bien la puerta. Todos observaban el vestíbulo de entrada el cual era muy grande. Las paredes de piedra estaban iluminadas por resplandecientes antorchas, el techo era tan alto que incluso no se veía y una magnífica escalera de mármol frente a ellos que conducía a los pisos superiores.