9- ¿Eres mi vecino?

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Mierda, ¿por qué dije eso? Se pensará que estoy loca o algo por el estilo y ya no querrá hacer más el dueto. Genial Hana, no podías quedarte callada y ahora has provocado un silencio incomodo. Eso se piensa no se dice. 

-E-es mentira eso eh- dije para romper un poco la incomodidad.- No hace falta que nos besemos, solo lo dije para bromear un poco, lo siento.

-Ya me lo pensaba, tranquila, no hace falta que te disculpes- me tranquilizó él mientras reía un poco, aunque yo creo que era una risa mas bien incomoda.

-Como digas. Por cierto, ¿qué tal clases de hip-hop? ¿Muy duras?

-Lo son, no te voy a mentir. Pero aún así me lo paso muy bien, estoy con los chicos y se hace menos pesado. Por cierto se está haciendo tarde, será mejor que te acompañe a casa, así me aseguro que no te pasa nada malo por el camino- ay, que bonito por su parte.

-Oye, tampoco soy una niña pequeña, puedo ir perfectamente sola a casa, pero si insistes- intenté hacerme la enfadada.

Recogimos nuestras cosas, cerramos las luces y salimos a la calle. Me contó que estaba haciendo el ultimo curso especializado en musica y artes escénicas y que me preparara mentalmente, ya que es un curso muy difícil, debido a que es el anterior a la universidad. No sabía que era tan gracioso y durante todo el camino no paró de meterse con mi altura. Os juro que cada vez me gusta más y, ante mis ojos, se vuelve cada vez más perfecto. 

Después de unos quince minutos llegamos a los apartamentos donde vivía. De un segundo a otro Jungwon se quedó callado, como si no supiera que decir.

-¿Pasa algo Jungwon?- le pregunté con preocupación.

-No, nada. Solo que yo también vivo en estos apartamentos- me explicó aún sin creérselo.

-Ni de coña. ¿En qué piso vives?

-En el 32-A. ¿Tú?

-En el 32-B. Espera, ¿eres mi vecino? ¿Cómo es que nunca te he visto?- dije con incredulidad.

-Ni idea. Aunque si te soy sincero no suelo estar mucho en mi casa, estoy más en casa de mi abuela, ya que mis padres estan trabajando todo el tiempo y mi hermana está fuera estudiando.

-Entiendo. Debe de ser duro no poderlos ver todo el tiempo.

-Un poco. Pero no te preocupes, lo llevo bien. Ha sido un placer estar contigo hoy, buenas noches Hana- se despidió con una sonrisa. 

-Esta bien, buenas noches Jungwon- me despedí también con una sonrisa.

Entré y cerré la puerta detrás de mi. Lo que no me esperaba era ver a mi hermano enfrente de mi con una sonrisa burlona en la cara. 

-Veo que has conocido al hijo de los vecinos. ¿Es guapo eh?

-Ash, eres tonto- me sonrojé a más no poder.- ¿Por qué nunca me habías dicho que los señores Yang tenían hijos?

-Porque pensaba que ya lo sabías. Hace siglos que trabajan como colaboradores con la empresa de nuestros padres. Cambiando de tema, ¿qué tal te fue en la audición?

-Muy bien, conseguí el puesto del dueto. ¿Y sabes qué es lo más gracioso de todo? Mi pareja para el dueto es Yang Jungwon, sí, justo el chico que me acaba de acompañar.

-Madre mía. Todavía te terminarás enamorando de él- se rió.

Me quedé callada un milisegundo. Si tu supieras hermanito...

-¿Qué hay de cenar? Me muero de hambre- le pregunté para evadir un poco el tema.

-Bulgogi. Acaba de preparar la mesa que ya casi está.

-Oooh, perfecto.

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¿Qué debo hacer? ¿Preguntarle sobre su día? No, creo que sonará demasiado formal. ¿Y su número de teléfono? Así nos podríamos ir escribiendo para saber cuándo ensayar y todo eso. No seas boba Hana, ya sabemos todos que sólo quieres su número y poder hablarte con él. El dueto es solo una excusa.

Estaba sentada en una cafetería que suelo ir cuando quiero ordenar mis pensamientos. Las chicas tenían clase de contemporáneo pero la señorita Lee no me dejaba ir para así poder  preparar los bailes de la competencia. De pronto, ví como a la chica que estaba sentada a la mesa de al lado se le cayó una libreta cuando se levantó y maldeció en voz baja. Enseguida me acerqué a ella para recogérsela y devolvérsela.

-Disculpa, se te ha caído esto- le dije mientras se lo entregaba.

-Oh, muchas gracias- me agradeció con una sonrisa.

Y dicho eso se marchó. Cuando volví a mirar al suelo ví que también se le había caído el monedero. Lo cogí y lo abrí.

-Kim Nabi, bonito nombre, como una mariposa. La verdad me dió las vibras de ser una chica muy tranquila.

Salí fuera a ver si todavía estaba cerca. Por suerte estaba a un lado buscando algo en su bolso.

-Creo que buscas esto- le tendí.

-Sí, muchas gracias de nuevo.

-No hay de qué. ¿Te llamas Kim Nabi? Es un nombre muy bonito.

-Pues sí, ¿cómo lo sabes? Ah, de seguro viste mi identificación- dijo con una sonrisa. Esta chica no para de sonreír. Me gusta.

Asentí riéndome.

-Lo siento, pero es que la curiosidad me pudo. Soy Jeon Hana.

-Un placer Hana. ¿Frecuentas mucho por aquí? Porque de ser así ya te invitaría algún día.

-Oh, muchas gracias. Y sí, suelo venir aquí a menudo. Está cerca de la academia dónde bailo.

-Que guay. Ahora tengo que irme, me esperan en la universidad. Si quieres mañana te invito a cenar y nos acabamos de conocer.

-Me parece bien. ¿Ves esa academia de el fondo de la calle? Pues voy ahí y acabo a las 8.

-Perfecto, mañana te espero fuera. Toma mi targeta, así me escribes cuando puedas. Nos vemos mañana- se despidió mientras me daba la targeta.

-Hasta mañana- me despedí y volví dentro a sentarme.

"Kim Nabi, estudiante de enfermería de la Universidad de Seúl". Mira tu por donde, también es la uni de mi hermano. ¿Lo conocerá? Lo más seguro que sí, todo el mundo lo conoce. Ahora que lo pienso, ¿cuándo romperá con la arpía de Na Yejin? El otro día me robó un collar, la muy hija de su madre.

-Hola Hana, ¿está ocupado?

Levanté la vista y vi que era Jungwon. El corazón me dió un vuelco. No puede ir por la vida dándome estos sustos, es muy cruel.

-Eh, no no, sientate tranquilo - dije nerviosa y él se sentó enseguida.- Lo he estado pensando y creo que sería conveniente que tengamos el número del otro. Ya sabes para organizarnos sobre el dueto y todo eso.

-Ehh, de hecho ya tengo tu numero- sacó el móvil para enseñarmelo. Me quedé un poco en shock al leer a la pantalla "Hana <3".

-¿Y este corazon?- le señalé.

-Ahh- dudó un poco antes de reponder.- Así es como suelo agregar a mis amigos.

Aunque me dolió un poco que me considerase amiga me lo tomé como un avance. Algun día Yang Jungwon, algun día estaremos juntos. 

Amor sobre puntas de balletDonde viven las historias. Descúbrelo ahora