Estaba calentando en la barra, esperando a que Jungwon viniera de recoger una cosa en la recepción de la academia. Hice estiramientos de piernas, plies, etc; todo con musica de fondo.
-Perdón por tardar- entró Jungwon de repente.- ¿Te hice esperar mucho?
-No tranquilo, no has tardado nada- lo tranquilicé con una sonrisa.
-Entonces está bien. Antes que nada, ponte las zapatillas porque hoy harás tu primera clase de hip hop conmigo- sonrió de lado.
Lo obedecí y enseguida me puse las deportivas. Cuando acabé me puse a su lado delante del espejo.
-Has de saber que en el mundo del hip-hop no hay tanta técnica como en el ballet, tienes que relajarte y sentir la musica fluir por tu cuerpo. Pero claro está que hay pasos y se tienen que hacer con rapidez y fuerza- me explicó.- Sé que suena un poco complicado pero no te preocupes, con la práctica todo se consigue. Ahora, sígueme que empezaremos a calentar.
Estuvimos la siguiente hora y media practicando pasos. Es un profe estupendo y exigente, acabé molida con sus ejercicios. Cerca de las seis de la tarde paramos para comer un poco y fui al baño, donde me lavé la cara y las manos.
-Madre mía, estoy más roja que un tomate. A este paso me acabará matando, no sabía que el hip-hop fuese tan duro.
Dicho eso regresé y vi como estaba marcando una serie de pasos que creo que utilizará luego para la coreografia. Me quedé unos segundos embobada mirándolo. Trabajar con él es lo mejor que pudo pasar durante este año.
De fondo se escuchaba, si no me equivoco, la canción de Gang con el remix de Jay Park.
-Veo has vuelto- dijo él mientras pausaba la música en el ordenador.- ¿Qué te parece la canción? He pensado que quedaría bien coreografiarla para la competencia.
-Me gusta, me gusta. Se ve potente- le respondí con una sonrisa.
Y dicho eso, nos dedicamos las dos horas que quedaban a empezar la coreografía. Aunque el hip hop no fuera mucho de mi gusto no me desagradaba para nada cómo estaba quedando, tenía buen potencial para ganar.
No os voy a mentir, cada vez que se acercaba para corregirme los brazos o la postura del cuerpo me ponía muy nerviosa, sentía que el corazón me iba a salir del pecho en cualquier momento, su aroma corporal inundaba mis fosas nasales creándome una adicción cada vez que se acercaba . Hubo un momento en que nos encontramos frente a frente y nuestros labios estaban a centímetros de distancia y tuve que hacer esfuerzos sobrehumanos para no mirar hacia ellos.
-Esto... Sigue sin salirme el giro con las rodillas- le dije, roja como un tomate para intentar romper la tensión que se creó en ese momento.
-¿Cuál? ¿El que va antes del movimiento de hombros?- me preguntó rompiendo el contacto visual y pude respirar un poco más tranquila sin que el corazón me vaya a mil por hora.
-Sí, ese -le respondí y me lo volvió a enseñar.
Terminamos la coreo y ya era casi la hora de salir así que quedamos para la siguiente clase perfeccionarlo todo y así poder enseñarla a las profesoras.
Estaba cantando bajito (dado que no había nadie haciendo clase ni por el pasillo a esa hora) mientras me duchaba y recogía las cosas para así poder encontrarme con Nabi en la salida pero no esperaba encontrarme con Jungwon cara a cara al salir de los vestuarios dándome tremendo susto, ya que había dado por hecho que se marchó una vez terminada la practica.
-¿Sabías que tardas una eternidad en estar lista?- me preguntó con un tono de burla mientras se reía.
-¿Qué haces aquí? Pensaba que ya te habías ido a casa. Y sí, ya sé que tardo una eternidad, mis amigas me lo hacen saber siempre- le respondí con una mueca como si estuviera enfadada.
-Te estaba esperando Miss rapidez- me dijo mientras entrabamos en el ascensor. - Por cierto, ¿estabas cantando Last Dance de Big Bang? Es que lo pregunto por todas las desafinaciones que hiciste, casi destrozas la canción- se rió como si fuera el chiste más gracioso que hubiese escuchado en su vida.
-Muy gracioso, y sí, era esa canción. Y no te rías de mi, pensaba que no había nadie más- hice un puchero mientras salíamos del ascensor y nos dirigíamos al vestíbulo.
-Perdón perdón, es que me pareciste adorable. Dios no te dió el talento para cantar por lo visto- se volvió a reir. No dije nada puesto que ya estábamos en la puerta y cada uno tenía que seguir su dirección.
-Bueno señor humor roto hoy no iré a cenar a casa, por lo que me iré en esa dirección con esa chica de allí- señalé a Nabi que estaba sentada en un banco en la calle que seguía todo recto.
-Que lástima, quería seguir molestándote durante el camino a casa también- fingió una cara de pena.
-Mañana podrás, tranquilo. Nos vemos mañana en el insti- me despedí con una sonrisa.
-Perfecto entonces, nos vemos mañana- me dijo también con una sonrisa que hacía que se le marcaran los hoyuelos- Y por cierto, no es la primera vez que te oigo cantar. De hecho, hace bastantes años que te escucho aunque no sabía que eras tu.
Y dicho esto me guiñó el ojo y giró hacia su derecha para irse a casa dejándome a mi super confundida y más roja que el tomate.
-Hana, ¿estas bien? Por cierto, ¿quién era ese chico?- escuché como una chica me preguntaba.
Salí de mi trance y vi enfrente a Kim Nabi vestida con una falda tejana de color negro, medias semitransparentes negras, un suéter color crema y unas Nike blancas. No me habia fijado el otro día, pero esta chica tiene un gusto excelente para vestir, además que es muy guapa, alta y delgada. En pocas palabras es perfecta, perfectamente podría ser idol y hacerle competencia a Im Yoonah de SNSD.
-Sí sí, lo estoy. En el restaurante te cuento todo. Y bien, ¿cómo estas?- le pregunté a modo de saludo.
~~~~
-Así que vas al Instituto Sejong. Interesante- dijo con una sonrisilla Nabi.
Fuimos a un pequeño restaurante donde pedimos bibimbap y carne asada. Allí me acabé de presentar del todo, explicándole algunas aficiones que tenía a parte del baile.
-Pues sí. Cuentame algo sobre tí, solo sé que haces la carrera de enfermería- le dije mientras me ponía un poco de carne en el plato.
-No hay mucho que contar. Vivo en un pequeño apartamento a media hora de la uni en coche, actualmente estoy en cuarto de carrera y haré los 22 a finales de año, mas concretamente el 19 de noviembre. Como habrás podido notar por mi acento soy de Daegu, del centro de la ciudad. Vine a Seúl por cosas que me pasaron.
Cuando dijo eso, pude notar un poco de tristeza en sus ojos. Se notaba que no le gustó mucho hablar del por qué está aquí así que decidí no preguntar.
-Aunque eso ya te lo contaré otro día, cuando vengas a mi casa- concluyó con una sonrisa.
-Perfecto. Entonces, ¿qué tiene de interesante mi instituto? Antes lo dijiste.
-Oh cierto. Es posible que me veas de vez en cuando por allí. No sé si sabras que hay una vacante en el puesto de enfermería- negué con la cabeza.- Pues decidí presentarme a ver si me cogían, para así tener algun que otro trabajo a medio tiempo, además que me convalida créditos de las prácticas que me tocará hacer este semestre y, por suerte, lo conseguí.
-Eso es fantástico. Si algun día quiero faltar a clase ya te llamaré para que me hagas un justificante - me reí.
Cuando terminamos me llevó con su coche a casa. De repente, se puso a llover y me entró somnolencia y, cuando menos me lo esperé, me dormí oyendo de fondo a Lana del Rey.
ESTÁS LEYENDO
Amor sobre puntas de ballet
FanfictionSer adolescente de por si es muy complicado, y más en una sociedad tan falsa como la alta sociedad coreana. Todos se te acercan con segundas intenciones, sea cual sea el motivo. No puedes tener sueños propios debido a que tu futuro ya está escrito d...