–Pues era una niña muy adorable, le encantaban las Barbies y nunca se metía con nadie.
–¿Acaso no serás tu Jeon Hana?
–Ya quisieras tú – le saqué la lengua.
–¡No me lo puedo creer! Eras tú. Ven aquí niña tira helados.
En ese momento empecé a correr mientras él me perseguía por toda la sala.
–Te recuerdo que me dejaste calva a mi Barbie, eso no tiene perdón – traté de hablar mientras corría.
–Y con razón la dejé calva, eran muy feas esas muñecas.
Esa frase me trajo muchos recuerdos. Había dicho la misma frase en ese entonces, como se nota que era aquel niño. De un segundo al otro, no sé cómo, estábamos tirados por el suelo mientras intentaba zafarme del agarre de Jungwon, que empezó a hacerme cosquillas.
–Oye, suéltame – le supliqué mientras no podía parar de reír.
–Lo haré cuando me pidas perdón – se burló.
–Eso nunca, antes muerta.
–Pues parece que te quedarás así un buen rato.
–Agh vale vale. Siento haberte tirado un helado cuando tenía 5 años y luego haberte hecho chocar contra un pastel. Mis más sinceras disculpas – dije con sarcasmo.
–No suenan muy sinceras – se volvió a reír.
–¡Oye! Eso es injusto – hice un puchero y paró. En ese momento miré la hora en el móvil – Jungwon, ya ha pasado un cuarto de hora desde que iniciamos el descanso, si no nos ponemos ya con la segunda coreo no llegaremos a terminarla.
~~~~
–A ti te gusta alguien – me dijo Nabi con una sonrisa pícara.
Estaba en la cafetería de siempre, terminando los deberes que tenía que hacer, antes de ir a la clase de ballet mientras Nabi me ayudaba con lo que no entendía.
–¿Quéééé? ¿Cómo lo sabes? – abrí mucho los ojos de la sorpresa.
–Se te nota en la mirada. Tienes unos ojos muy soñadores a primera hora de la mañana mientras haces ejercicios de química orgánica y, también, porque no dejas de mirar a ese grupo de allí – señaló con la cabeza a Jungwon, que estaba sentado con sus amigos cerca de la ventana.–¿Se puede saber el nombre?
–Es un chico de mi insti que también va a la academia. Es un año mayor que yo, se llama Yang Jungwon. Es el que está sentado al lado del chico rubio y lleva una chaqueta verde.
–Es muy mono. Recuerdo que cuando tenía tu edad había un chico que quería conquistarme. En mi pupitre siempre aparecían rosas, dulces, dibujos, entre otras cosas. En esos tiempos yo no quería saber nada de chicos, estaba demasiado enfocada en estudiar y sacar muy buenas notas para conseguir una beca en la facultad de enfermería, en la Universidad de Seúl. El chico no se rindió, siguió y siguió hasta que nos graduamos. No he vuelto a saber nada de él desde entonces.
–¿Y ahora? ¿Te interesaría salir con algun chico?
–Siendo sincera, estoy un poco ocupada con el trabajo y la universidad, pero de verdad me encantaría conocer a alguien. Hoy en día es difícil entablar una relación. A veces me gustaría que el mundo fuera más sencillo en los temas del amor.
Y una idea se vino a la mente. Nabi se muere por salir con alguien y mi hermano sería perfecto para ella. Es alto, guapo, caballeroso con las chicas, tiene buen sentido del humor... No puedo creer que esté diciendo tantas cosas buenas de él, como se nota que me tiene que venir la menstruación. Céntrate Hana, esté no es el tema. Si consigo juntar a Nabi con Kookie todo sería fantástico, tendría una cuñada que mola un montón, a mis padres seguramente le encante y, lo más importante de todo, Na Yejin por fin saldría de la vida de mi hermano y no tendría que volver a verla jamás de los jamases. El plan perfecto.
–Pues yo conozco a alguien que creo que sería perfecto para ti – Nabi me miró con mucho interés.
–¿Ah sí? Creo que no me van los chicos más jóvenes que yo.
–No es alguien de mi edad, tiene un año más que tú, unnie, y está trabajando en la empresa JJ Corporation para ser el próximo presidente. ¿Qué dices? ¿Te interesa?
–¡Madre mía, claro que sí! ¿Pero dónde conociste a alguien así?
–Eso no puedo decírtelo, lo siento, ya lo descubrirás tu misma. Entonces, ¿accedes?
–Obvio que sí – me miró emocionada.
~~~~
–¿Pero se puede saber en qué estabas pensando Hana? – mi hermano me miró muy mal en ese momento.
–Tampoco es para tanto, solo te pido que tengas una cita con alguien, nada más.
–No tengo tiempo Hana, estoy todo el día en la empresa. Además, a Yejin no le haría gracia que tenga citas con otras chicas.
–Qué más da lo que piense esa mujer. Me niego a que te cases con ella y sea la que dé luz a mis sobrinos. No, no y no, sólo pensarlo me da escalofríos.
–Hana por el amor de Dios, no volvamos a ese tema.
–¿Y si fuera con Nabi unnie con la que tendrías la cita irías te negarás igualmente? Vi cómo os mirabais, literalmente la tensión podía cortarse con un cuchillo. Además, si una noche no estas conmigo a cenar no pasa nada, no me moriré.
–Hana estas siendo una pesadilla ahora mismo. ¿Si digo que iré dejaras de serlo?
En ese momento di mi mejor sonrisa. Sabía que si decía que iba a tener la cita con Nabi iría seguro. Sé que le gustó mucho, nunca había reaccionado de esa manera ante otra chica.
–Claro que sí.
Los dos sabíamos de sobra que era mentira. Nunca dejaría de hablar de eso, incluso despues de su cita.
ESTÁS LEYENDO
Amor sobre puntas de ballet
FanfictionSer adolescente de por si es muy complicado, y más en una sociedad tan falsa como la alta sociedad coreana. Todos se te acercan con segundas intenciones, sea cual sea el motivo. No puedes tener sueños propios debido a que tu futuro ya está escrito d...