-Señoritas sean bienvenidas a la clase de ballet. Mi nombre es Lee Misuk y seré vuestra profesora este año.
Por fin está pasando. Por fin estoy en mi soñada clase de ballet. Eramos como 20 niñas allí, todas con su faldita y moño bien hecho.
-Para que nos conozcamos todas un poco haremos un círculo y diremos dos cosas que nos gustan, ¿de acuerdo chicas?
-Sííííí- gritamos todas al mismo tiempo.
Rápidamente lo hicimos y se puso de pie una niña que estaba al lado de la profe:
-Mi nombre es Byun Yoona y me gustan las Barbies y el color rosa- dijo muy tímida.
-A mi también me gusta el color rosa- dijo otra niña con el maillot de color verde esmeralda.
-Mira que bien. ¿Por qué no te presentas tú ahora?- le preguntó la maestra.
Y así fueron pasando Hwang Meejin, Kim Eunbi, Sim Jayoon y Jang Yeeun, hasta que finalmente me toco a mí:
-Me llamo Jeon Hana y me encanta hacer volteretas y ver espectáculos de baile en la tele.
-Me encanta tu energia Hana. A mi también me gustan mucho las funciones de baile. ¿Quién va la siguiente?
Cuando terminamos las veinte la profesora nos hizo un montón de juegos para que acabáramos de conocernos todas hasta que llegó el final de clase. Al salir del vestuario me despedí de mis dos nuevas amigas y, al llegar a la entrada, vi que mi hermano me estaba esperando delante del coche.
-¿Qué tal tu primer día Hani?- me preguntó, mientras cogía mi bolsa de baile.
-Muy bien, me ha encantado. La profe nos hizo un montón de juegos muy divertidos e hice dos amigas. Se llaman Jang Jeeun y Sim Jayoon y, ¿sabes qué? Van al mismo cole en el que empezaré yo- dije emocionada y saltando un poco.
-Ay que bien Hani, me alegro mucho por ti. Ya verás como ahora todo irá para mejor.
-¡Síííí!
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2009
-Mamá no me gusta este vestido quiero otro- me quejé haciendo un puchero y cruzándome de brazos.
-Hana por favor, si estas monísima con este vestido morado. Además, es una cena muy importante, necesitas ir muy guapa.
-Agh, de acuerdo. ¿Tendremos que estar mucho rato ahí?
-¡Otra vez no Hana por dios! Es una cena. Y hazme el favor de no hacernos quedar mal y quedar en evidencia.
-¿Puedo llevarme a mis muñecas?
-Sí Hana sí, puedes llevarte tus muñecas. Pero no las pierdas. Ale, ya estas. Preciosa.
Mamá había mandado hacerme dos trenzas con la mitad superior de mi pelo, como una corona, ligadas con un gran lazo, también de color lavanda, a juego con el vestido.
Una vez estuvimos todos listos, nos dirigimos, con el coche, hacia el salón donde supuestamente era la cena.
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Luego de cenar, con el postre en la mesa, me dirigí a la zona infantil donde estaban mis muñecas.
-Estas muñecas son muy feas, no sé porque juegas con ellas.
Alcé mi mirada y vi a un niño de mi misma edad, con el cabello negro y liso, la piel pálida y se le formaban unos bonitos hoyuelos en la mejillas. Llevaba puesta una chaqueta negra como de esmoquín, debajo una camisa gris y unos pantalones de color negro.
-Mis Barbies no son feas, más feo eres tú- le dije sacándole la lengua.
-Te equivocas niña, yo no soy feo. Y si haces cosas así te hará fea.
-Me da igual, yo solo quiero jugar con mis muñecas.
-¿Quieres ver qué le hago a tus Barbies?
De pronto se alejó pero lo ignoré, mejor estaré más tranquila. Y tan rápido como se alejó volvió y cuando me distraje un segundo una de mis muñecas ya estaba en su posesión y en nada, ¡zas!, le cortó el pelo con unas tijeras que no sé de dónde sacó.
-¡Noooo, mi muñecaa!- empecé a llorar.- Eres tonto, tonto. ¿Por qué le has cortado el pelo?
-Ahora está mucho más guapa- dijo con una sonrisa burlona.
En un acto de reflejo me dirigí a la mesa más cercana y cogí un plato que contenía una bola de helado y se la lancé al chico, ensuciándole la chaqueta y la camisa.
-Está muy helado. Tonta más que tonta- dijo empezando a llorar.
Como los dos estábamos llorando en la sala se hizo un silencio sepulcral y nuestras madres vinieron corriendo.
-¡Hija te dije que no hicieras un escándalo, por dios!- me levantó en brazos.- Vámonos a casa, nos estas haciendo pasar mucha vergüenza. Lo siento mucho, no fue su intención hacer eso- dijo a la mujer de enfrente, inclinándose.
-No te preocupes no ha sido nada. Mi hijo y yo también nos disculpamos por causar molestias.
Y así terminó esa noche, con una Barbie calva y un regaño enorme por parte de mi madre.
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Amor sobre puntas de ballet
FanfictionSer adolescente de por si es muy complicado, y más en una sociedad tan falsa como la alta sociedad coreana. Todos se te acercan con segundas intenciones, sea cual sea el motivo. No puedes tener sueños propios debido a que tu futuro ya está escrito d...