Amor sobre puntas de ballet

6- Una buena audición y un encuentro inesperado

En ese momento, estaba calentado los músculos del cuerpo. En unos minutos me tocaría bailar la pequeña pieza que había preparado para la audición. Revisé que tuviera bien atadas las puntas y me troné los dedos. Dios, estaba muy nerviosa.

-Gracias por venir Meenah. Jeon Hana, es su turno- oí como la directora artística dijo mi nombre.

Venga Hana, tu puedes, es solo una audición para una competencia, no hace falta estar tan nerviosa.  Con pasos nerviosos terminé por entrar a la habitación. 

Delante mío estaban la señorita Lee, la señorita Nam y la señorita Yoon, la directora artística y las tres estaban sentadas en una mesa, con sus papeles y bolígrafos en mano.

-¿Cómo estas Hana? ¿Qué nos has preparado?- me preguntó la señorita Nam.

-Estoy un poco nerviosa. La pieza que he preparado es una pequeña pieza de ballet coreografiada por mí misma, al son del segundo vals de Shostakóvich, espero que os guste. 

-Eso esperamos, mucha suerte- dijo la señorita Lee. Hice una pequeña reverencia y me coloqué al medio de la sala con la pose esperando que suene la música.

Cuando empezó a sonar, todo a mi alrededor desapareció. Solo éramos la música y yo, una sola. Efectué mis mejores pasos y mis pasos favoritos para dejar bien claro quien era y como era mi personalidad. Un grand jetté, ahora tres pirouettes y luego un cabriol. Durante ese lapso de tiempo me olvidé de la audición, de las personas que solo se interesaban por mi hermano, incluso de lo que sentía por Jungwon. Al bailar solo me centraba en mí y en mi baile. 

Finalicé la pieza con un cuarto arabesque con la punta al suelo y una gran sonrisa.

Escuché unos aplausos por parte de mis profesoras y me coloqué delante de ellas en tercera posición, aún con la respiración un poco acelerada pero sin perder la sonrisa.

-Felicidades Hana ha sido estupendo -me felicitó la señorita Lee. Di mi mejor sonrisa e hice una reverencia, puesto que es muy difícil oír un cumplido por parte de ella, ya que es una persona muy estricta en sus clases.

-Ha sido muy inspirador, me encanta tu presencia siendo solo una audición. Espero en el futuro poder ver más actuaciones tuyas- dijo la señorita Nam. 

Durante unos segundos interminables, las tres estuvieron apuntando cosas en los papeles y hablando bajito entre ellas.

-Pues esto sería todo por hoy. Muy bien bailado Hana- dijo esta vez la señorita Yoon.

-Muchas gracias a ustedes- agradecí e hice unas cuantas reverencias más.

Al salir escuché muchos murmullos. "Ya veréis como la escogen a ella", "siempre es Hana, ¿no habéis oído lo que le ha dicho la señorita Lee? Ella nunca felicita a nadie", "como se nota el favoritismo en esta academia". Ignorándolos a todos fui a la cafetería de abajo a esperar a que mis amigas acabaran con sus audiciones. Como no quería hablar con nadie envié un mensaje al chat grupal diciéndoles que las esperaría abajo.

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-¿Hani, cómo estás? - me preguntó preocupada Sumin.
-Estoy bien, no hace falta preocuparte unnie - le dije para tranquilizarla.
-Como coja a esas malditas hijas de sus madres, esas malcriadas, te juro que les reviento las puntas - se enfadó Yeeun, rompiendo la cucharita de plástico del café.
-Calma Yeeun, no nos cargaremos las puntas de nadie- la regañó Chaeyoung unnie.- No es culpa de Hana ser la mejor bailarina de la academia.
-Muchas gracias chicas, por estar aquí conmigo -les agradecí sinceramente.
-No hay de que Hana. Sabes que estaremos para lo que necesites, para eso somos amigas- dijo Seeun. -Además, necesito que me acompañéis al centro comercial, hay un jersey monísimo que quiero probarme y así olvidamos todas lo sucedido hoy.

Con entusiasmo pagamos nuestros cafés y nos dirigimos hacia el centro. El frío se nos colaba hasta lo más profundo de nuestros huesos, debido a que era invierno y estábamos en pleno enero.

Llegamos rápido al centro comercial, para evitar morir congeladas y Seeun enseguida nos dirigió al segundo piso, dónde había la colección de ropa de invierno. Rápidamente fue hacia una parte de la tienda y cogió a toda prisa un jersey.

-Yoon Seeun tranquila, que nadie te robará ese jersey- se burló Sieun, mientras las demás nos estábamos partiendo de risa.

-Sí sí, lo que tu digas unnie. Ahora este jersey es mío ya.

Luego de pagar el jersey, volvimos al pasillo central, mirando un poco los escaparates. No me percaté que ellas habían entrado a otra tienda así que seguí caminando, cuando de pronto mi corazón se empezó a acelerar.

Allí estaba, con su pelo negro y lacio peinado hacia delante, con todo su flequillo a punto de taparle los ojos. Allí delante estaba él, el motivo de todos mis suspiros y nervios. Parecía que estaba esperando a alguien, ¿a la chica que abrazó aquella vez? ¿será su novia? No Hana, no pienses en eso. No tiene novia, si no ya te habrías enterado. ¿O no?

Sin darme cuenta me quedé mirándole fijamente y él claro, al final se percató de eso, bajó el móvil y se dirigió hacia mí.

Mierda.

Venía con esa estúpida sonrisa que tanto me gusta, esa que hace que se le marquen los hoyuelos. Es adorable y sexy al mismo tiempo. Madre mía Hana, ¿en qué cosas piensas ya?

Mierda que me viene a hablar. ¿Qué le digo? Hola Jungwon, ¿té gusta el pan? Dios, no estoy hecha para esto.

-Hola Hana, ¿cómo es que estás por aquí?- me saludó con una sonrisa.

Este chico me quiere matar.

-Eeeh, solo estoy comprando con mis amigas, aunque las acabo de perder- dije con una risa nerviosa.

-Jajajaja, igual. Acabo de perder a los chicos. Habíamos quedado para dar una vuelta, me giro y habían desaparecido.

De repente oímos un golpe, así como que alguien se hubiera caído de algun sitio alto.

-Jake eres tonto, como no podías notar que me estaba a punto de caer- le reprochó Jayun.

-Jayun será mejor que te des la vuelta. Nuestro plan se acaba de ir un poco al garete -dijo Jay.

-¿Qué plan?- preguntó Jungwon.