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Mi hermanita Jiyu decía siempre que mi único trabajo en el mundo y en Busan, sí es que así podía llamarlo, era ser el encantador de las mujeres. Al parecer yo era muy famoso en las calles, en la escuela, en el barrio donde vivíamos con mamá, en los restaurantes, y hasta en los baños públicos, era tan famoso por mi peculiar sonrisa y la profundidad en mis ojos marrones que supuestamente enamoraban a cualquiera. Eso a veces me ponía muy nervioso, porque hasta los chicos de mi escuela, me perseguían como colibríes en busca de flores de Loto.

Ese era mi trabajo según Jiyu. Conquistar y enamorar.

Yo era el mayor pero no era tonto. Ese no era mi trabajo. Mi verdadero trabajo en el mundo era proteger a alguien muy importante, tal y como lo hizo mi padre cuando era un agente secreto y protegió muchas veces al presidente. Yo sí quería ser como él, quería salvar a las personas. Quería ser igualito a los mosqueteros de esas viejas historias francesas, esos hombres que protegían a la Familia Real con deber y con honor. Esas historias conquistaron casi toda mi niñez, incluso después de que papá murió. Esos libros fueron los que me salvaron, y me motivaron entonces a ir en busca de una vocación. La misma vocación de mi padre y los mosqueteros.

Y qué mejor oportunidad que viajar a París, porque vi que ese atractivo CEO de cabello castaño oscuro y ojos gatunos de la industria musical estaba en búsqueda de guardaespaldas. Y uno de esos guardaespaldas iba a ser yo.

_ ¿París, hijo?

_ Sí, París, mamá–Le sonreí a mi mamá plácidamente–¿Ya olvidaste el trato que hicimos con papá? Cumpliría los diecinueve, y entonces me iría a la Ciudad de las Oportunidades.

_ París es la Ciudad del Amor, no la Ciudad de las Oportunidades, Jiminnie–A veces no entendía por qué mi hermanita parecía ser la más inteligente de todos los Park–La Ciudad de las Oportunidades es Hong Kong. Bueno, una de tantas.

_ Bueno, pues para mí, París es la Ciudad del Amor y las Oportunidades–Hice un puchero mientras mamá sonreía–Mamá, no olvidaste la promesa de papá, ¿o sí?

_ Claro que no, hijo. Es solo que, me preocupas mucho.

_ ¿Por qué? Sí, ya tengo edad para viajar a París. Mamá, por favor, no seas mala.

_ Bueno, ya. No empieces con tus berrinches, Jiminnie–Me sonrojé al oír la risa de mi hermanita. Era muy parecida a mamá–Sabes muy bien que me preocupan los peligros que hay en este mundo.

_ Ya lo sé, mamá. Pero, recuerda lo que papá decía: Sé valiente y persigue siempre tus sueños.

_ Adoraba cuando tu padre siempre te decía eso, hijo. A ti y a Jiyu.

_ Sí.

_ Echo de menos a papá, Jiminnie–Abracé a mi hermanita y acaricié sus rizos dorados como el sol.

_ También yo, Jiji.

Esa noche hice mis maletas. Bueno, solo una maleta. Mi maleta azul favorita que siempre llevaba conmigo en los pocos viajes familiares que hacíamos fuera de Busan.

Mi mamá entró a mi habitación con tres pequeños tarros de jalea. Me gustaba mucho la jalea.

_ No te comas las tres el mismo día.

_ No lo haré–prometí.

Las guardé junto a cobija amarilla favorita. Suena infantil, pero no podía dormir sin ella. Fue fabricada con lana artesanal.

_ Sí tan sólo hubiera algún conocido de tu padre en París, hijo. Alguien que pudiera cuidarte, protegerte en esa ciudad.

_ Mamá, estaré bien.

_ Jiminnie–Amaba cómo me llamaban mi mamá y Jiji. Ese apodo siempre me pareció especial. Me acerqué a mi mamá para poder abrazarla. Sentir su caluroso amor de madre una vez más–Mi Jiminnie.

_ Vas a estar muy orgullosa de mí, mamá. Tú, Jiji y papá estarán muy orgullosos.

_ Oh, hijo mío. Pero sí ya estamos muy orgullosos de ti–Mi mamá era tan dulce, tan delicada, que sus manos acariciaron con ternura cada mechón rubio de mi cabello–No olvides todo lo que tu padre te enseñó.

Asentí: –Estaré bien, mamá.

_ Bien. Es hora de que cenes y luego te vayas a dormir. Mañana tendrás que salir temprano rumbo al aeropuerto.

_ Está bien. Enseguida bajo.

Agarré mi teléfono y busqué otra vez la noticia sobre ese empresario. Min Yoongi, así se le conocía en el mundo musical. El tipo tenía ascendencia coreana (por su padre) y francesa (por su madre). Tenía 23 años y ya era muy famoso, y muy importante. Sobre todo en París.

_ Genial–Yo estaba súper sorprendido y súper emocionado por alguien tan cool como él.

Entonces leí la noticia:


¿LA VIDA DE MIN YOONGI ESTÁ EN PELIGRO?

París, Francia.

Min Yoongi, el exitoso empresario y productor musical conocido en todo el mundo, ha hecho un anuncio sorprendente hoy al revelar que está en busca de un equipo de guardaespaldas para proteger su vida y su imperio en la industria musical.

Min Yoongi, cuyo nombre se ha convertido en sinónimo de éxitos en la música, ha experimentado un aumento en su perfil público en los últimos años. Como CEO de "Soundwave Entertainment", ha llevado a numerosos artistas al estrellato y ha construido un imperio musical que abarca desde el K-Pop hasta la música global.

En una conferencia de prensa celebrada en su lujosa oficina en París, el atractivo empresario declaró: "La seguridad de mi equipo y yo es de suma importancia. Con el crecimiento de nuestro imperio musical, hemos decidido que es el momento adecuado para fortalecer nuestra seguridad y confiar en un equipo de profesionales altamente capacitados".

El proceso de selección de guardaespaldas se llevará a cabo en las próximas semanas, y se espera que atraiga a candidatos altamente calificados de todo el mundo. Min Yoongi enfatizó que busca a personas comprometidas, dedicadas y que puedan adaptarse a la dinámica de la industria del entretenimiento.

Este anuncio ha generado una gran expectación en la industria y entre los fanáticos de Min Yoongi, quienes esperan con anticipación conocer a los afortunados elegidos que tendrán la responsabilidad de proteger al famoso empresario y su legado musical.


Terminé de leer y sonreí. Mis ojos se cerraron un poco, siempre me pasaba eso cuando reía o sonreía. De ahí que mi hermanita dijera que mi verdadero trabajo era enamorar a todos con mi sonrisa.

Moví la cabeza para deshacer esas tontas ideas de mi mente. Miré la pantalla, miré su rostro, su expresión seria, sus ojos gatunos.

_ Yo lo voy a proteger, Min Yoongi. Es mi palabra de honor–Y me sentí como D'Artagnan, dispuesto a viajar a París a perseguir su sueño. 

JIMIN Y LOS 3 MOSQUETEROS (YOONMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora