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Cuando abrí los ojitos, la luz suave de mi lámpara de mesa iluminaba toda mi habitación. Mi mami estaba sentada en su silla cómoda junto a la ventana. Mi mami sostenía un libro antiguo en sus manos.

Mi mami comenzó a leer en voz alta mientras sus dedos suaves acariciaban mi cabello, mientras sus ojos cálidos y amorosos me observaban. Mi mami me acariciaba como lo hacía cada noche. Me sentía protegido con mi mami.

Cerré los ojitos cuando me besó en la frente.

_ Bonne nuit, mon brave petit mousquetaire–Me dijo con una bonita sonrisa.

Me gustaba la bonita sonrisa de mi mami.



Desperté con los besos cálidos y húmedos de Jimin por mi cara y por mi cuello. Suspiré antes de abrir lentamente los ojos y parpadear un poco para adaptarme a la luz de la mañana en nuestra habitación, a su dulce mirada. Los dos yacíamos desnudos entre las sábanas cálidas.

_ Hola–Sentí el roce suave de nuestros labios, su susurro lleno de amor y ternura.

_ Hola–Con un suspiro, Jimin se acercó lentamente a mi boca. Sus labios, suaves como los pétalos de rosa, besaron los míos con delicadeza. Eso hizo que mi corazón se acelerara.

En ese momento, no hubo necesidad de palabras. El beso de despertar habló por sí mismo, expresando todo lo que sentíamos el uno por el otro.

_ Gracias al cielo que hoy es sábado

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_ Gracias al cielo que hoy es sábado.

Jimin mantenía su espalda pegada a mi pecho y su cabeza entre mi cuello y el hombro. Yo lo tenía abrazado por la cintura, ambos sumergidos en la enorme bañera de hidromasaje. Necesitábamos relajarnos con las burbujas y los chorros de agua caliente.

_ ¿Y qué quieres hacer hoy?–Le dejé varios besos húmedos por el cuello y bajo su oreja con cariño.

_ ¿Te digo que podemos hacer hoy?–Me miró sonriente–Podemos ir al Parque ANDRÉ CITROËN y subirnos al Globo de Generali París.

_ Estuviste buscando lugares exóticos de la ciudad, ¿no es así?

_ Soy muy curioso–Me reí roncamente–Yoongi, no te rías. Que te estoy hablando en serio.

_ Mmm–Asentí–¿Así que quieres ver todo París a más de treinta metros de altura?

_ Uh, eso se oye muy alto–Jimin arrugó la frente. Pero luego sonrió, y me dio un pequeño beso en los labios–Pero sí, quiero ir. ¿Podemos ir, Yoongi? Anda, di que sí, por favor.

_ Está bien–Pensé en ese lugar, y tuve buenos recuerdos: cuando mis padres me llevaban de niño a ver toda la ciudad desde las alturas.

Jimin se dio la vuelta para mirarme.

_ Yoongi, ¿qué tienes?

Yo suspiré: –Hace muchos años que no voy a ese parque. Mis padres solían llevarme cada fin de semana para que pudiera ver la Ciudad de las Luces durante el atardecer.

JIMIN Y LOS 3 MOSQUETEROS (YOONMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora