Cuentos de mientras se mira por la ventana

Parte sin título 25

Ese espejo estúpido está de nuevo ahí, llenando de manchas todo mi ser. Todoslos colores que existen son suyos y él lo sabe, pero de entre la vastedad del universo le encanta retratarme a mí y a mis defectos. Esas manchas que te hicieron abandonarme, que hicieron que te unieras a esa fila de fantasmas que marchan con un "No" como estandarte. Y veo que no valgo nada, me dispongo mejor a descasar con esas cáscaras de plátano y los papeles sanitarios usados. Con el desperdicio es mi hogar. Sin embargo, ahí está mi Rey, presumiendo como el loco que siempre ha sido ¿qué presume? ¡Que lo han estafado! ¡Que ha entregado la sangre más preciosa que ha corrido por un cuerpo para comprar a aquel que duerme dentro de una lata sucia de frijoles! ¡Que ha soportado el más indescriptible y lovecraftiano de los dolores para liberar a aquel que en breve le escupirá en la cara! Y todo es culpa de ese loco desquiciado que no tiene otra cosa en la cabeza que el universo y todo cuanto es y cuanto será mas allá de toda comprensión lógica. Ahora por culpa de ese enorme Rey que salta por los techos, conduce como loco mientras arroja papeles crípticos y huye de quienes le buscamos ya sea en un globo, ahora en un elefante (¿No él mismo anoche era un león y la semana pasada lo confundían con Júpiter?), ahora por su culpa debo recitar la oración de los valientes: "Úsame. Muéstrame cómo tomar quién soy, quién quiero ser y qué puedo hacer, y usarlo para un propósito mayor que yo".  Esta noche, aquel que debe derrotar a Y'golonac, duerme dentro de una bolsa vacía de papas.