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Muchos van al infierno por que no hay opción o por que no pudieron resistir, pero que pasa con los que van por cuenta propia...

Esa es una historia que solo ellos pueden confiar...

Me apunto.

_._

[9 pm, Chibuya, Japón]

Con una hermosa luna iluminando como en una luz nocturna combinada con una fresca briza en el exterior, a las orillas de la playa en Chibuya, una bodega abandonada, el silencio abundaba en la espera de un encuentro, no se veía nadie a la deriva, pero pronto el sonido de unas motos, estuvieron al alcance de ser reconocidas, en cuanto llegaron frente a la entrada de dicha bodega.

Un par de jóvenes, uno con trenzas Ran Haitani y otro mas bajo con cabellos corto y con lentes Rindou Haitani. Se acercaban a entrar al lugar, totalmente confiados y sin temor a ser vistos, simplemente con curiosidad de estar ahí.

El lugar era amplio, con un segundo piso que rodea internamente como plataforma, que si subieras por las escaleras, verías una buena vista hacia abajo todo a su paso.

No evitaron pensar que el lugar seria perfecto para peleas, la segunda plataforma era alta y seria para buenos espectadores que apuesten, aunque el lugar necesitaba iluminación, dejando entrar por una, se podría decir área donde se supone debería estar una ventana, la luz de la luna en un rayo hacia parte del segundo piso y el centro del lugar donde estaba el par.

--Bueno—Menciono el chico con trenza.—Este lugar se ve vacío—se cruzo de brazos buscando con la mirada algún indicio de que estuviera alguien, no viendo más allá de la obscuridad del lugar.

--Bueno supongo que fue alguna clase de mala broma—Rindou menciono parándose al lado de su hermano.

--Carajo—Ran dijo con burla. –Pensar que podríamos haber buscado a alguien a quien golpear.

--¿Quieres que nos vallamos?—Rindou pregunto, mirando a su hermano y con el afán de dejar el lugar.

--Mmm no seria mala....—Ran fue interrumpido por una vos que les llamo.

--¡Oigan ustedes!—Ambos jóvenes voltearon a ver un chico rubio con cubrebocas que caminaba hacia ellos, parecía molesto...o tal ves esa era su actitud, nuevamente el chico hablo.

--¿Ustedes son los idiotas que me mandaron reunir?—Dijo con molestia mientras se paraba frente a ellos. Ambos chicos reconocían vagamente al chico, pero ¿Dónde?.

Ran y Rindou le miraron, Ran alzo una ceja, dejando de lado, donde conoce al chico, para después responder.

--Amm Nooooo....—Dijo con dijo alargando la 'o'. –De echo estábamos pensando en irnos, ya que no había ni un alma.—Dijo notando lo obvio.

Rindou miro que el rubio parecía pensativo y seguía frunciendo el ceño, tal ves molesto por no entender. Se decidió a preguntar al chico.

--¿Tu también fuiste citado?...¿Sabes quien es?

Sanzu, pareció pensativo en responder, pero no perdía nada. Suspiro y se cruzo de brazos, mientras negaba con la cabeza.

--No, estoy en las misma, solo me mandaron un mensaje, también acabo de llegar y no había nadie, asta que los vi a ustedes.

Ran no dio importancia. –Bueno supongo que es alguien que busca reunir a mas personas, tal ves lleguen mas—Concluyo, mirando que ahora son tres.

Rindou quiso hablar pero se interrumpió por una vos—Si..pero.

--¿Ustedes que hacen aquí?—Una vos grave, un tanto tosco pregunto.

Todos voltearon a la entrada, solo para reconocer a un chico alto de ojos bicolor, conocido por ser parte de Tenjiku.

Tomemos, nuestro, tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora