Capítulo 6: 585 vidas

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(POV-Ainhoa. Mitad del capítulo 4)

Al concluir la visualización de las obras renacentistas, cada persona agarró una carpeta de mi escritorio y rápidamente abandonaron el despacho.

Me giré hacia el gran ventanal pensando en la imagen que Luz me había estado dando todo el tiempo. La mirada helada de su preocupación mostraba una alma prácticamente inexistente.

Dejé de pensar, enfoque mis ojos en la luna llena que resplandecía en el cielo e iluminaba con su luz el paisaje montaño que rodeada por esta zona al museo. Ella siempre experimenta diferentes fases hasta su estado de plenitud nuevamente.

<<Deseo que pronto estémos tan colmadas como lo está la luna>>

Las sombras de los árboles se precipitaban al abismo, todo parecía moribundo, lleno de una oscuridad tenue. Sentí la paz de su descanso eterno, pudiendo detectar la verdad ocultándose entre las sombras de lo inerte ahí fuera. Esto hizo que recuerdos fluyeran de mi mente, a mi alma, pero quería rechazarlos sin piedad.

Había experimentado algo tan inesperado en el baño apenas hace una hora. Aunque Luz tenía la determinación de seguir mi camino, aún desconocía mi verdadera identidad.

De pronto, me invadió el sufrimiento que la anhela con la emoción contenida de una lágrima que tiembla, deseando lanzarse al abismo de mi semblante con la imagen engañosa y perecer en mis labios. Sentía un fuerte malestar en mi estómago, que hacía que mi abdomen se contrajera de fuera hacia adentro. Sentí un dolor tan intenso que me obligó a detener mi respiración.

Con los puños cerrados, me volví para poder apoyarme en el escritorio con ambas manos, mientras observaba hacia abajo, viendo cómo las lágrimas caían en los diversos documentos que se encontraban sobre la mesa. En ese momento, mi atención se enfocó en una imagen en particular.

Estaba incrédula. Agarré rápidamente mi teléfono móvil mientras me limpiaba las lágrimas, con el fin de leer el mensaje anónimo nuevamente.

<<¡Maldita sea!>>

La piedra, era la piedra. ¿Qué otra cosa si no? Una joya perteneciente a una familia con una herencia maldita.

<<¿Por qué nos lo habían dado de manera desconocida y justo en el instante en que nos volvimos a encontrar?>>

La imagen impresa del ordenador tenía un nombre.

<<Titania>>

En la mitología griega, se le conocía más bien como Pirra, la hija de Pandora. La primera mujer que desató la enfermedad, la fatiga, la locura, el vicio, la pasión, la tristeza, el crimen y la vejez al abrir la safora por curiosidad.

Según los mitos, únicamente la esperanza perduró en el fondo de la tinaja.

Por eso, algunos comprenden la esperanza como la habilidad de no sucumbir al desánimo frente a los obstáculos y problemas, observado que aquellos individuos llenos de esperanza experimentan niveles más bajos de ansiedad, depresión y tensiones emocionales en general.

¡Mentira! ¡Mentirosos! No es verdad, son unos embusteros. La esperanza simplemente te sumerge en un ciclo interminable de desdicha.

Nos animan a no perder la fe, y de esta manera nos esforzamos una y otra vez en enfrentar los desafíos que nos presenta la existencia humana. Algunos alcanzan el éxito, mientras que otros no logran llegar a sus metas y fracasan en el proceso. Por eso, cuestiono su lógica, e intento analizar la razón detrás del mito.

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⏰ Última actualización: Oct 17, 2023 ⏰

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