Epílogo.

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Mónica: El tiempo había pasado y las cosas en mi poco a poco comenzaban a tomar rumbo de nueva cuenta, la terapia y el deporte habían estado dando frutos, casi sin darme cuenta.

Con el paso de los meses, mi estado de ánimo se había ido recuperando gracias al apoyo y acompañamiento de mi familia y la gente a la que quiero, juntos habíamos aprendido a dar pequeños pasos, y de la mano, paso a paso recuperamos la rutina y tranquilidad que hablamos dejado atrás.



Ana: ¡Todo está listo, Vanesa! ¡Que cansina eres, Joder!

Vanesa: También te quiero, Ana... y no sabes cuanto, y lo digo en serio, guapa, has sido como una hermana para mi desde el momento que nos vimos por primera vez, gracias por todo, todo... ya veras como te voy a dar un abrazo de oso cuando te tenga enfrente, después de todo vas a descansar de mi un par de meses...

Ana: ¡Qué voy a echarte de menos yo... si por fin podré descansar! De verdad que eres molesta, y ni te atrevas a abrazarme de una vez te lo digo así que mejor prepárate para llegar a tiempo a la prueba de sonido, que de un tiempo acá llegas corriendo, así que ya salte de esa alberca.

Vanesa: Vale, vale, lo haré... pero ya te dejo, que tengo una linda chica en casa tomando el sol esperando por mí, y Ana, no tienes que venir, yo llego directamente allá, ¡hasta pronto, guapa! -digo saliendo de la alberca acercándome a la morena que descansa en la terraza de casa-


-Entonces, te veo muy concentrada ¿finalmente te decidiste a leer alguna de las historias que te envío? -la saco de sus pensamientos acurrucándome a su lado-

Mónica: Bueno, algún día tendría que suceder... -sonrío al sentirla colarse en mi hamaca recostándome en su pecho- estoy leyendo este culebrón, Vane, ¿De verdad la gente pensara que esta es nuestra historia?

Vanesa: jajaja ¡bueno, yo de verdad espero que no! y menos esa que estás leyendo, que es un dramón y bastante mal quedo yo... -digo girándome, sonriendo mientras dejo un beso en su cuello- además, si de algo estoy segura, mi amor, es que allá afuera no hay nadie que pueda siquiera imaginar nuestra historia y todo lo que pasamos para enamorarnos y llegar hasta aquí... -sonrío mientras respiro su pelo-

Yo la verdad es que prefiero esta otra... mira, es mucho más divertida y aparte... bueno, mi parte favorita es esa de los códigos, me parece una gran idea -me giro hasta quedar sobre ella- creo que la implementare... -sonrío-

Mónica: ¿Códigos? Recién voy comenzando algunas de estas cosas y... -paso al sentir como comienza a atacar mi cuello mientras desabrocha discretamente la parte superior de mi bañador- Vane, estate tranquila, que no quiero recibir otro regaño de Ana porque parecemos un par de adolescentes en cada rincón...

Vanesa: Mmjjmm... Ana, está loca, ella que sabe de amor... si he llegado a pensar que va pa ́ monja o yo que se...

Mónica: ¡Jaja para ya, Vanesa! Que ya casi es hora de que te vayas, apenas te da tiempo para una ducha...

Vanesa: mmm pero que conste para el acta que un día Lucas lo va a saber, por mi cuenta corre que sepa que fuiste tú quien no quiso ensayarlo una y otra vez... -digo apartándome para verla a los ojos mientras me observa confundida-

Mónica: mmm... y ahora quieres explicarme ¿ese tal Lucas, quien es?

Vanesa: ¡¿Cómo que quién es?! Pues nuestro hijo, Mónica, ¿Quién más va a ser?

Mónica: ¿Hijo? ¿Cuál hijo? ¿Vanesa, estas bien?

Vanesa: Si ahí lo dice claramente, en la historia que te pase... ¿Sabes qué? olvídalo, ya me encargaré yo misma de que esa la leas también...

Ahora sí, no quiero, pero... -la veo fijamente a los ojos- me tengo que poner de pie para irme, por fin es el último concierto...Te amo, Mónica... -digo suspirando, apretándola más a mi- ¿tienes lista tu maleta? Salimos después del concierto directamente al aeropuerto.

Mónica: Sí, todo está listo como me dijiste, yo llegare directo allá, pasaran por mi Bea y Dey que por fiiin se decidieron a darse un día y dejar a su hija al cuidado de mis padres que están en casa de mi hermano, ellos la cuidaran bien, además mis sobrinos están encantados con ella, incluso le entregaron una petición formal para ser las futuras nanas de Fer...

Vanesa: Jajaja sí, conociendo a la pequeña, sí que lo puedo creer...

Bueno, tengo que irme ya, me ducho y ahora me despido, te veo allá... -salgo de la hamaca dejándole un beso más antes de comenzar a caminar- Moni... -digo girándome para verla una vez más, antes de salir de allí-

Mónica: Dime, vane...

Vanesa: Gracias por confiar en mí, por darnos otra oportunidad, y gracias por volver... -sonrió lanzándole un beso- Te amo... -suelto antes de salir de allí-





Vanesa: ¿ya llegaron, Ana? Mónica me dijo que Dey pasaría por ella, ya deberían estar aquí...

Ana: Aja, sí, Dey y Bea ya están aquí... apúrate, Vanesa, salimos en 5 minutos, ¡estate quieta, joder!

Vanesa: ¿Pero y ella? ¿No está en su silla? ¿No está con Bea? ¿No está con Dey?

Ana: Pues no, en su silla no está... vámonos ya anda, seguro que está por ahí, ve y súbete a ese escenario, que los músicos ya han entrado, ¡apúrate ya, carajo!



Vanesa

Después de escuchar a Ana que Mónica no estaba en su sitio algo comenzó a inquietarme, las cosas entre nosotras poco a poco van retomado el camino y en realidad hemos estado muy bien, si bien aún no la convenzo de venirse a vivir definitivamente a nuestra casa, estoy segura de que, durante nuestro viaje, al fin la podre convencer.

Pero por ahora lo importante, es el último concierto de este disco tan peculiar, si bien no comenzamos nada bien, debo reconocer que todo lo que se ha desatado gracias a él, ha sido de gran aprendizaje y trajo consigo la oportunidad que necesitaba para darme cuenta de que las cosas no estaban bien y que de haber seguido así, con el paso del tiempo y sin retorno sin duda iba a perder.

Como ya es costumbre me tomé un par de minutos a un costado del escenario, para respirar y prepararme para el espectáculo de esta noche, después de un par de respiraciones profundas, trate de encontrar a Mónica entre la gente, pero solo lograba ver a Dey, así que sintiéndome resignada seguí mi camino rumbo al escenario cuando sentí un jalón justo atrás de una bocina.

Frente a mí, y en medio de todo el ruido, me encontré con los ojos más bellos que he visto jamás, era ella que sonreía al verme mientras sostenía mi mano, y teniéndola así, frente a mi una vez más, cualquier duda e inseguridad que aún quedara se disipó.

Mientras ella se apretaba a mi cuerpo rodeando mi cuello con sus brazos, yo me aferraba a su cintura, sintiendo mi corazón latir lleno de vida una vez más, mientras mis sentidos se perdían, en ese olor que inevitablemente, me llevó al recuerdo de la primera vez que me vi en sus ojos, hace ya tantos años, en el búho real.

Agradecí internamente a dios, o la vida por darme de nuevo la oportunidad de abrazarme fuerte a ella, y al separarme, su sonrisa ilumino completamente mi espacio, apenas un segundo antes de verla acercar su boca a la mía, susurrando un te amo sin dejar de mirar mis ojos.

Mónica: Lo hicimos, vane, estamos juntas, estamos aquí... -dije muy cerca del oído para que me pudiera oír- anda, ve a ser la chiquilla de la que me enamore, y comete ese escenario una vez más -digo mientras la veo caminar y sonreír rumbo al escenario-

...Te vere al final, y cuando todo este sueño tuyo termine, yo aun estaré aquí...

Entrelazadas... AlgebraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora