Entrelazadas... Algebra

214- Algo dentro de mí, se quebró.

Vanesa: Mónica, solo será 1 semana más, esto no estaba contemplado, entiéndeme por favor,  haré todo para que sea lo menos posible, créeme.

Mónica: Me dijiste que irían a unas presentaciones pactadas, no entiendo, si ya se terminaron las fechas, ¿Qué te retiene allá?

Vanesa: ¡compromisos, Mónica! Cosas que tengo que arreglar, ¡estoy trabajando, joder!

Mónica: Oookkk... está bien, Vanesa, solo era una pregunta, puedes controlarte, modularte, y no me estés hablando así, te lo pido por favor -digo conteniéndome para no perder las formas- ahora te dejo que tengo que trabajar, hablamos después...

Vanesa: Sí, será mejor que hablemos después... lo siento, ¿de acuerdo? Tengo muchísima presión, lo siento de verdad, que tengas buen día, Mónica, hablamos luego. -luego de cortar la llamada me giro para ver a Ana que me observa discretamente detrás de su ordenador-

Si vas a decirme algo, hazlo ya... -camino por la habitación de regreso a mi cama-

Ana: Es muy tarde, Vanesa... deberías tratar de dormir, hemos estado a tope de trabajo y con la locura que decidiste, la cosa no cambiará los meses por venir, así que... -cierro mi ordenador poniéndome de pie- será mejor que te controles, con esa actitud y explotando con todos, como lo has hecho últimamente, no vas a resolver nada, es todo lo que te digo.

Vanesa: ¿Y qué otra solución tenía, ah? Dime, ya que tú eres la de las grandes ideas en esta habitación.

Ana: ¿Decir la verdad, para empezar? Pero no importa eso ya... tomaste tu decisión y el disco está prácticamente terminado... 

Son las 5 am tenemos apenas unas horas para dormir, la junta con el diseño de arte es en 6 hrs por zoom, veremos algunas propuestas y se decide al regresar, me voy a mi habitación, descansa Vanesa, o al menos lo puedes intentar...

Vanesa: ... ¿lo siento, ok? solo es que estoy agotada, pero necesito hacer esto lo más rápido, apóyame por favor, a la disquera no le cayó muy bien mi decisión, pero no tenía otra opción, por favor no me des la espalda tú también, Ana...

Ana: Yo siempre contigo, Vanesa... -sonrió forzadamente- pero no me pidas que esté de acuerdo con lo que has hecho, estaré a tu lado, aunque vea que es un error, y eso, no me lo voy a callar, no al menos a solas contigo en una habitación -camino rumbo a la puerta dándole un apretón en el hombro- paso por ti en unas horas, duerme un poco...

Mónica

Luego de Vanesa se fue, de nueva cuenta, a trabajar lejos, no podía simplemente que la situación estaba siendo ya muy frecuente y me resultaba algo extraño, si bien estoy acostumbrada al ritmo de su profesión, sospechaba que algo que no era habitual estaba pasando, y aunque intente convencerme de muchas formas que solo era mi imaginación, la respuesta a todas mis dudas, sin quererlo apareció.

Había quedado con Patri y Andrés para vernos, el exceso de trabajo nos había dificultado encontrarnos, y dicen que, si la montaña no viene a ti, vayas tú a la montaña, y así, fue como termine en la redacción.

Patri: Ay amiga, todo en la redacción está siendo una locura, así que, esto nos cae muy bien, gracias por traernos café, nos sirve para despertar.

Andrés: Sí, estoy agotado, y me encanta que hayas venido tan temprano, hace mucho que no teníamos unos minutos para conversar, con lo loco que está el mundo, entre espectáculos y noticias, yo ya no encuentro la salida de tanto trabajo -sonrío- ¿tu como estas?

Patri: Eso, Mónica, ¿Cómo has estado? Supimos que Dey y Bea ya son mamás, eso es genial, socialité se ha estado quebrando la cabeza por conseguir la exclusiva de la bebé jajaja no sabes lo que he disfrutado cuando leo las respuestas de tu ex para negarse a mostrar a su heredera.