Entrelazadas... Algebra

211- Siento dentro de mí, que esto no sucederá...

Vanesa

Después de que Mónica aceptó salir a comer conmigo, lo primero que hice fue ducharme y dormir unas horas, necesitaba reponerme lo más posible para cuando nos encontráramos, y luego de no haber pegado los ojos en toda la noche, la resaca comenzaba a taladrar mi cabeza, tenía que descansar si quería estar en condiciones para explicarle todo a Mónica y tratar de arreglar las cosas.

Luego de dormir unas horas, al encender mi teléfono me tope con un mensaje de Mónica en mi celular, lo abrí con emoción solo para toparme con una fría dirección e indicaciones de donde nos veríamos para comer, avente el aparato a mi lado con frustración, no sería fácil, pero tenía que arreglar lo que fuera que pasó con Mónica y para eso, necesitaba algo grande, así que sin dudarlo salí de la cama y me fui con suficiente tiempo para hacer un par de paradas antes.

Afortunadamente el plan que tenía en mente pude hacerlo a la primera, y logré llegar con suficiente anticipación al lugar que Mónica me indico, de manera que aquí estoy, bebiéndome una cerveza nuevamente para ayudar con la resaca.

Mientras esperaba, recibí una llamada de Ana, estaba decidida a no recibir ninguna el día de hoy, sin embargo, después de 3 intentos, finalmente me decidí a contestar.

-Ana, dime, ¿Qué pasa qué estás tan insistente?

Ana: Vanesa, ¿Dónde estás? Porque vine a buscarte muy temprano y me encuentro que tu cama está intacta.

Vanesa: Estoy en Madrid, vine a buscar a Mónica, y no quiero que me mal intérpretes, pero no tengo la intención de recibir ninguna llamada o pendiente hoy a menos que sea de vida o muerte, quiero estar con mi novia y nada más, si no te importa -digo susurrando-

Ana: Ah, vaya... entonces me quedo más tranquila, no es nada urgente, solo cosas de trabajo, pero pueden esperar, dale un beso de mi parte a Mónica y Vane, sincérate con ella, dile lo que está pasando.

Vanesa: Sí... sí, claro Ana, claro... -digo disimulando al ver llegar a Mónica a la mesa- nos vemos después, si hay urgencias me avisas, sabes donde estaré...

Hola, Moni... disculpa, era Ana te envía besos... ¿Tienes hambre?

Mónica: Muchísima... ¿podemos ordenar ya?

Después de ordenar, hubo un momento largo de silencio, por mi parte traía una revolución de cosas en la cabeza luego de mi sesión, había recibido un mensaje de Sasha para pasar e ir a comer, pero en cuanto supo que Vanesa regresó y habíamos quedado no insistió.

Así que, después de un rato de palabras forzadas en las que ninguna sabia como iniciar, fue Vanesa quien tomó el control, aunque no justamente como yo esperaba.

Vanesa: Y fue increíble, mi amor, porque conocí a gente nueva y super talentosa, ya sabes que las últimas veces estuve en los ángeles trabajando, pero en Miami, fue espectacular, como lleno de vida y nuevos ritmos, que aquello fue una locura de improvisación, grabamos varias canciones y, bueno... Estoy muy feliz, Mónica -dije llena de entusiasmo- eso sí tendremos que regresar pronto nuevamente, se que todo es apresurado y estamos terminando con esta gira, pero todo ha sido tan impredecible y ... ¡creo que con lo que hicimos, se viene disco nuevo!

Mónica: Disco nuevo... -al escucharla siento de nuevo un hueco en mi estómago y no puedo más que sonreír sin poder disimular algo de tristeza-

Vanesa: Amor... Moni, ¿Qué pasa? -digo tomándola de la mano luego de ver sus ojos cristalizarse- háblame, ¿Qué está pasando?

Mónica: Vane, pasa que... estoy tratando de averiguar cómo me siento respecto a nuestra relación ahora mismo... tengo este... el sentimiento aquí -toco mi pecho- cosas que no se explicar pero que estoy tratando y...