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-Momento... ¿Si tú eres Jack?- dije señalando al "verdadero" - entonces... ¿Quién eres tú?- pregunté viendo al fantasma.


-Explícale tu amigo, yo me tengo que ir.- dijo retirándose el "verdadero".


-Vaya amigos que uno puede tener,¿no crees?- dijo riéndose el fantasma.


-Entonces... ¿Cuál es tu nombre?- le pregunté


-Mi nombre no te lo puedo revelar, ya que en el mundo de los muertos eso está prohibido, lo siento, si fuese por mi, te lo diría, pero además ya sabes mucho de mí...-


-¿Cómo que sé mucho de ti? ¡Si apenas te estoy conociendo!- exclamé confundida.


-¡Vaya, que chica tan olvidadiza! Mírame bien y veamos si te haces una pequeña idea- dijo enarcando una ceja mientras sonreía burlón.


-Ummm, a ver...- dije mientras me ponía a verlo de arriba hacia abajo, hasta que mi mirada se detuvo en...


-Tus ojos...- susurré sorprendida. Aquellos ojos que quedaron atrapados en mi mente desde ayer... -Tu... ¡Tu eres la sombra que me ayudó ayer y la que me ha estado siguiendo!- exclamé.


-Lo has descifrado joven Samantha- rió.


-¿Por qué me llamas "Joven Samantha"? -


-Porque soy 5 años mayor que tú-


-Ya veo... Puedes llamarme Sam- dije. En ese momento recordé algo que él me había dicho... - Oye, una pregunta, ¿Qué quisiste decir ayer con que yo era "La Elegida"?-


-Ah, cierto, no te expliqué eso... Verás Sam, como soy un fantasma, nadie puede verme, al parecer, el único que pudo verme hasta ayer era Jack, después apareciste tú... Y Jack puede verme porque él era como mi hermano cuando yo estaba vivo. Pero tú... A ti ni te conocía, tu eres La Elegida para mi salvación...-


-¡Wow!- exclamé. -¿Yo? ¿Pero cómo...?-


-Tu amor puede salvarme Sam...- dijo


-Espera... ¡¿Qué?! Ja- es decir... Fantasma, yo no quiero nada con el amor...-


-Puedes decirme Alexander, ese era mi segundo nombre...-


-Esta bien Alexander, ahora, ¿Cómo supones que te salvaré si no quiero nada con el amor?- pregunté seria.


-El destino lo dirá todo, querida Sam. ¿Tu qué sabes si mañana caes enamorada de este apuesto fantasma que tienes al frente?- dijo en tono burlón.


-Te aseguro que eso ni en mil años pasaría, además de que apenas puedo ver tu rostro- y eso era verdad, apenas podía ver sus ojos y su boca.





Conquistándome desde el InframundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora