Conquistándome desde el Inframundo

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-No todo es físico pequeña Sam. Puedes enamorarte de mi manera de ser.- dijo muy seguro de sí mismo.

-Pero estoy segura de que ni de eso me voy a enamorar- dije a la defensiva.

-¿Estas segura?- dijo acercándose a mi con tono y cara retadora.

-Segura al ciento por ciento- afirmé acercándome a él con cara retadora.

-¿Hacemos una apuesta? Si tu te enamoras de mi antes del baile de invierno, serás mi novia y si no lo haces, seré un alma en pena durante toda la eternidad ¿Hecho?-

-¡Hecho!- dije en tono retador acercándome más a él, lo cuál creo que fué un grave error de mi parte, ya que al hacer eso me beso la punta de la nariz.

-Hecho...- dijo en tono victorioso después de haber hecho semejante acto.

-¡Oye!- exclamé mientras me limpiaba la punta de mi nariz.

-Ya comenzamos nuestra apuesta querida- dijo en tono burlón. -Ah, se me había olvidado mencionarte que voy a vivir contigo hasta que se acabe la apuesta, ya que en el Inframundo la estancia no es para nada agradable, y sin mencionar a los terribles compañeros de piso.- dijo irritado.

-Esta bien, ya entendí... Si puedes quedarte conmigo, en fin, eso no afectará nuestra apuesta- dije muy segura de mis palabras.

-Vale, me tengo que ir, termina tus asuntos en la escuela; nos vemos más tarde en casa- dijo mientras iba desapareciendo .

-Ok- dije mientras salía de aquél oscuro sótano.

*****

El día de hoy pasó muy lento después de lo que ocurrió con Alex, no encontré a Tori después de la clase de Química, así que me tocó irme a casa sola y me tocaba ir caminando, ya que no tenía auto. Cuando salgo del Instituto me encuentro con un carruaje hermoso, con dos caballos blancos y un jinete que me estaba esperando.

-Señorita Parks la hemos estado esperando-dijo el jinete mientras me montaba en la impresionante carroza, realmente estaba sorprendida. -¡Vayámonos!- dijo el señor mientras hacia que los caballos caminaran, ¿Todo ésto era para mi?