Ese día es inolvidable para mi, lo recuerdo como si hubiese sido ayer, había ido sola a comprarme mi vestido para aquella noche y cuando iba saliendo de la tienda, unas chicas de mi Instituto me quitaron el vestido y lo rompieron solo por envidia, me sentí muy triste, así que regresé a casa y mi príncipe me estaba esperando.
-¿Qué pasó princesa? ¿Por qué estás así?- me decía mientras acariciaba mi hombro. Le expliqué lo que pasó con mi vestido, además de que me había gustado mucho, se parecía un poco a mí, era el vestido perfecto. -No te preocupes princesa, yo, solo por hoy, avisado, seré tu hada padrino de cuentos de hadas, te haré un vestido mejor que el que viste junto con unos zapatos y unos accesorios mejores de los que podrías encontrar en cualquier parte de Los Ángeles, ya verás... Vuelvo en un rato- dijo mientras se iba rápidamente a el cuarto de costura.
En menos de una hora el había salido con un vestido negro con ligeros detalles blancos, unos tacones medianos negros brillantes, un bolso de manos con un lazo del mismo color con pequeños detalles blancos, todo TODO era perfecto, me encantaron...
-Oh Alex... ¡Me encantan!- exclamé alegre mientras lo abrazaba. -Eres el mejor-
-No sabía si te gustarían ya que, no soy nada bueno en eso de la moda, así que ví los libros de moda de tu amiga Tori...- Es cierto, también hoy era el día del regreso de Vicky, estaba muy emocionada.
****
Ya era hora de irnos, Alex me acompañó al baile, pero claro, solo he podido verle los ojos y la boca hasta ahora, no iba a poder verlo con un traje, lamentablemente, un carruaje me estaba esperando afuera, era aún más hermoso que el que me buscó la primera vez en el Instituto; éste parecía sacado de un cuento de hadas, era aún más bello que el de Cenicienta, me subí en éste junto a mi príncipe azul. Esperen... ¿Acaso le acabo de decir "Príncipe Azul" a Alex? Dios, esto del amor me tiene totalmente diferente.
Llegamos al baile, y él me hizo sentir como toda una princesa, no pude entrar sin lograr escuchar una voz, esa voz chillona que siempre me ha sacado de mis fantasías y pensamientos, la voz de aquella chica que era como mi hermana que se fué con su amado por 4 meses y me dejó sola con un fantasma que ha ido poco a poco mi corazón. Era Tori.
-¡SAMI!- gritó a todo pulmón mientras venía corriendo con un vestido azul celeste, clásico de una princesa de cuentos de hadas. Ella lo primero que hizo fué abrazarme con fuerza. -¡Te extrañé mucho amiga! La próxima vez te vienes conmigo ¿Oíste?. No pude evitar reírme por su comentario, atrás de ella venía Max, como un príncipe. Vicky lo agarró y entraron al baile. -Te veo adentro Sami- dijo sonriéndome.
Volteé a ver a Alex y éste me agarró de las manos, la verdad, no entendía la razón de esta actitud tan repentina. Su mirada lucía algo triste, no sabía que hacer, era la primera vez que Alex estaba triste y no lograba contentarlo, hasta que una idea loca pasó por mi mente, soltar todo lo que he estado ocultando detrás de los pequeños escombros que quedaban de mi pared del orgullo durante todos estos meses, la respuesta sobre lo que siento por él, ya que él hace unos días se me había declarado, pero yo no le había contestado nada...
-Alex... Yo... La verdad...- decía nerviosa mientras lo veía a los ojos. -Yo... Desde el primer momento en el que te ví, sentí algo muy raro, algo que no había sentido con otro chico así en mi vida, Alex, la verdad yo... Yo te amo Alex... Esta es mi respuesta...- al terminar de decir ésto me acerqué y le dí un rápido beso en los labios, no sabía nada de esto, así que fué un rápido roce de labios. Cuando nos separamos Pude contemplar como un rayo de luz lo rodeó, haciendo que él se elevara, ¿Acaso será la señal de su libertad? Al parecer no lo era...
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Conquistándome desde el Inframundo
RomanceNunca quise nada con el amor, hasta que apareció cierto chico... Pero él no era como los demás... Literalmente...