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▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄ 003. ❝ bosque ❞
La fuerte y fría brisa le dio un escalofrío a Rut, o más bien, a su inerte cuerpo que aún yacía en el suelo. Poco a poco fue abriendo los ojos al sentir el frío viento.
Tembló un poco y se abrazó a sí misma buscando calentarse. No llevaba más en una camisa de tirantes y unos pantalones cortos, sí, mala elección de ropa cuando decidió salir por primera vez de la base. Tal vez debió ponerse un pantalón más largo o llevar una chaqueta al menos, pero ya era muy tarde como para arrepentirse.
Ahora solo pensaba en que quería regresar y poder estar en la comodidad de su cuarto, y lo peor de todo; sí Jack la buscaba en su habitación y ella no estaba, estaría en serios problemas.
Aunque realmente estaba calmada porque aún le quedaba bastante oxígeno, al menos para caminar y buscar la base o pasar la noche y esperar a la mañana para buscar la base.
Cualquiera de las dos opciones estaban del asco pero no era como que tenía otras opciones. Y la idea de solo perder el tiempo ahí tirada en el monte esperando a que un animal salvaje se la tragara no es como que le fascinara. Pues sí, Jack le había contado las bestias que habitaban en el bosque de Pandora, al principio creyó que era solo para asustarla, pero oír los rugidos lejanos de cual imaginable de aquellas bestias hizo que temblara de nuevo.
Así que era claro que la opción de quedarse ahí estaba tachada.
Se levantó del lugar dispuesta a caminar lo que sea por llegar a la base. Estaba decidiendo entre sí ir a la derecha, izquierda, al frente o atrás, así que se lo dejó a la suerte y se fue por la izquierda. Trato de disfrutar del viaje observando la belleza que le mostraba Pandora.
Se encontró con un par de animales inofensivos, como por ejemplo; se encontró con varios saurios bioluminiscentes. Volaron en cuanto ella se acercó a verlos más de cerca. Se sintió decepcionada de que se fueran pero recordó que debía seguir su camino y aceleró el paso para llegar finalmente a la base.
Cada vez hacia más frío. Sus manos estaban congeladas y sus dedos de los pies estaban igual, se preguntó cómo era posible pues llevaba unas botas extremadamente resguardas como para que entrara el frío en esa zona.
—Joder. —masculló suspirando y sosteniéndose de un árbol. Su cabeza dio un pinchazo ligeramente fuerte que le sacó un pequeño chillido a Rut—. Ahora no, por favor.
Sostuvo su cabeza entre sus manos mientras aquel sonido de un disparo y el llanto de un bebé resonaba en su cabeza.
Todo estará bien, mamá está aquí.
Recordó vagamente aquellas palabras de manera suave, provenientes de una mujer. Al tener presente aquello, poco a poco empezó a percibir que la presión que sentía en su cabeza desaparecía.
