"Más que un deporte, es un sueño solo para valientes"
Kyria ama los autos desde que era una niña. Se pasaba las tardes, junto a su hermano, en un Arcade cerca a su escuela. Los otros niños le tenían envidia, debido a que no podían entender cómo es q...
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KYRIA:
Escuché personas pasando y conversando en varios idiomas mientras ordenaba mi habitación, la cual no era ni muy grande ni muy pequeña, pero tenía lo necesario, incluyendo un baño para mí sola y un closet del tamaño de una de las paredes.
Para cuando terminé de ordenar todo eran casi las 7pm, me di una ducha de agua caliente y me quedé ahí bastante tiempo como para reflexionar hasta porqué mi número de identificación es así.
Salí del baño y me puse un polo ancho color carmesí y un short ancho, solté mi cabello húmedo y puse música en mi teléfono, comencé a frotar la toalla con mi cabello para que se secara más rápido, lo desenredé y peiné y me tiré a mi cama con intenciones de dormir, pero me llegó un mensaje de Luis.
¿Dónde andas?
Iba a dormir
¿Sin cenar?
No estoy acostumbrada a comer mucho de noche
1 foto
¿Quiénes son?
Dominic y su nuevo amigo
Baja que no quiero hacer de mal tercio
¿Pero dónde estás?
¿Ya conocés el comedor?
¿Tenemos un comedor?
Mejor voy yo a buscarte ¿Qué habitación eras?
30 ;)
Voy
Salí del chat y me puse mis zapatillas, saqué mi casaca del clóset y me la puse, iba a girar el pomo de la puerta cuando se escucharon los tres toques, abrí y Luis estaba con una casaca cortaviento color negro y un buzo casi del mismo color, apagué la luz del cuarto y salí con él.
— ¿Te la pasaste viendo todo el lugar? —
— Se podría decir que sí —
— ¿Y no te perdiste? —
— ¿Por qué crees que encontré el bendito comedor? — reí ante su respuesta y caminamos por un pasillo largo doblando esquina a la derecha o izquierda, empujó una puerta de dos hojas y me adentré en el gigantesco lugar repleto de mesas y sillas; aproximando unas veinte mesas con cuatro sillas cada una, en la parte del fondo se veía los estantes con la comida que suelen vender en los supermercados.
— Ahí está mi niña perdida — la voz de Dominic me hizo pegar un saltito y girar la cabeza en su dirección, y no venía solo — ¿Desapareciste del mapa? ¿o cómo fue la cosa? —