15. ¿Descontrol?

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KYRIA:

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KYRIA:

— Respeta el límite de velocidad —

— Si tengo oportunidad de rebasarlo no voy a desperdiciarla por "respetarlos" — rebatí por el intercomunicador, había rebasado a un auto y delante mío tenía a otro, pero me negaban el permiso para que eso pase — A la mierda con esto —

Pisé en acelerador y la aguja del kilometraje se elevó rápidamente a 120, jalé la palanca de cambios y giré a la derecha abriéndome paso en el espacio que había dejado el competidor delante mío — Wallace baja la velocidad —

— No — fue lo único que dije antes de volver a pisar el acelerador de forma rápida y seguir avanzando. Me acostumbré bastante rápido al auto y sentía que lo tenía todo bajo control, las curvas eran algo cerradas por lo que el auto debía frenar de antemano para evitar salirse de la pista. 

Seguí avanzando y frenando en las curvas de manera segura hasta que vi un nuevo objetivo delante. Lo rebasé sin problemas subiendo a quinta posición. Solo me quedaba una vuelta para que la carrera termine y no veía a otro auto delante mío, pero cuando estaba por perder la esperanza de subir una posición más, vi el alerón del GTR-35 y mi corazón comenzó a bombear sangre con fuerza, en una de las curvas logré acortar la distancia porque freno demasiado tiempo y salí con más arranque, quedando a tan solo dos segundos detrás. 

Giré el timón con fuerza y me asomé por el lado izquierdo buscando la forma de succionar el aire limpio y pasar sin problemas. Pero no logré hacerlo porque frené de golpe al ver una curva demasiado cerrada, mi cuerpo por inercia se fue hacia adelante y mi pecho golpeó el timón, la respiración se me cortó y mi único reflejo fue girar el timón evitando chocar contra el muro. La fuerza me faltaba y terminé rozando la parte izquierda del parachoques, quitándole parte de la pintura. Maldije por lo bajo mientras enderezaba el auto y veía a mi contrincante alejarse poco a poco.

— Lo voy a reiniciar  intenté reiniciar la carrera pero Maverick me quitó el mando de las manos.

— ¿Estás loca? ¡No te puedes rendir así de fácil! 

— Me lleva cuatro segundos de ventaja y faltan dos curvas para la meta 

— ¿Y? Si crees en ti puedes lograrlo  su dedo índice se posó en el centro de mi pecho y dio ligeros golpecitos  Todo está ahí 

— Parece que sacaste esa frase de una película de Disney  quise quitarle el mando pero no me dejó.

— ¿No lo vas a resetear?  me preguntó mirándome a los ojos, asentí rendida y me lo devolvió.

Pisé el acelerador con fuerza y golpeé la palanca de cambios a sexta, el auto respondió a la perfección y entendió mi mensaje, las llantas se aferraron a la pista mientras que la carrocería se levantaba unos cuantos centímetros por la fuerza G. Volví a intentar la misma maniobra y me cerró el paso, giré el timón a la derecha y quise avanzar pero llegó la última curva antes de terminar el circuito, me adelantó por unos cuántos centímetros y avancé por el interior, volví a presionar el acelerador con todas mis fuerzas y llegué a estar a su misma altura, misma velocidad, distancia de tan solo milésimas, parachoques con parachoques, era mi última esperanza y mi respiración se cortó cuando cruzamos la línea de meta. 

Inquebrantable (en proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora