- ¿Quieres pasar? —Preguntó Quackity.—
Ya habíamos llegado a su casa, la verdad no estaba tan lejos, me pareció chistoso ya que lo había dramatizado mucho.
- Amm, ya me tengo que ir. —Mentí, no quería ser molestia.—
- Si es bien temprano. —Miro su celular.—
En verdad no quería incomodar, tal vez y tenía novia.
- No, no quiero incomodar. —Dije y el pensó y rio.—
- Tranquila, estoy solo. —Es como si hubiera leído mis pensamientos.—
Yo solo la pensé y asentí.
- Bien, tú ganas solo que no me secuestres... —Había visto mucho rosa de Guadalupe, no me culpes.—
- Lo prometo. —Puso su mano en el corazón.—
Yo solo reí ante su acto.
Ya estaba adentro. (De la casa de Quackity)
- Y bien... —Se sentó en el sillón.—
- ¿Y bien? —Lo mire.—
El me devolvió la mirada y sonrió, Agarro una almohada y me golpeó directo en mi cabeza.
Me quede ahí con la boca abierta hasta que agarre otra almohada y le pegue uno en el pecho.
El conecto 7 almohadazos en mi cabeza hasta que de alguna forma yo caí.
Fingí que me dolió y el paro, vio mi cabeza y yo lo tumbe. Soy la Reyna del drama lo sé.
- Zorra. —Rio.—
- Si soyyyyyyy. —Dije orgullosa, el solo me miro estrañado.—
- Es mame wey, yo solo tengo ojos para mi hombre. —El paro y me miro.—
- ¿Tienes pareja? —Preguntó.—
- Yesss. —Respondí.—
El se sentó y yo igual.
- ¿Por qué? —Deje salir un suspiro.—
- Am, no nada, tal vez se pueda molestar porque estes en una casa de un desconocido y aparte es hombre. —Dijo y yo solo me encogí de hombros.—
- Malo sería que estuviera haciendo... cosas. —El solo río y fue a la cocina.—
- ¿Tienes hambre? —Asentí.—La verdad MORIA de hambre y no me vendría mal un snack o fruta.